Un conductor ha sido sorprendido circulando a 120 kilómetros por hora con un hombre subido al capó de su vehículo, después de que, al parecer, hubieran tenido un rifirrafe a la salida de un bar de copas de la capital malagueña. Los dos individuos han sido detenidos.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 04.00 horas del miércoles de la semana pasada. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía se encontraban en la MA-21 cuando, de repente, vieron un automóvil que circulaba a 120 kilómetros por hora, estando limitado el tramo a 80. Ello, además, con la peculiaridad de llevar un joven encaramado al capó.
Los agentes emprendieron la persecución del turismo, que circulaba en sentido Torremolinos. El conductor tomó la salida hacia Churriana, interceptáncolo en la Carretera de Coín. El joven que iba en el capó se bajó del automóvil y manifestó que habían intentado matarlo.
Según el testimonio de ambos, todo comenzó en las inmediaciones de un bar de copas de la avenida de Los Guindos de la capital, por lo que el chico habría ido más de cinco kilómetros encaramado al capó.
No obstante, sus versiones no coinciden. Así, el joven del capó aseguró a los policías que, tras un rifirrafe en la puerta del local, se colocó delante del coche para recriminar algo al conductor, teniendo que saltar sobre el automóvil para evitar ser atropellado.
Por su parte, el otro implicado afirmó a los agentes que, al salir del bar de copas, vio a un grupo de individuos que se dirigía hacia él, por lo que arrancó el coche y emprendió la huida.
Ambos individuos fueron detenidos. Al parecer, el joven del capó estaba muy exaltado, mostrándose agresivo con los policías, mientras que al conductor se le imputa un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria. Además, tras someterse al test de alcoholemia, dio un resultado de 0,58 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, más del doble del máximo permitido.