”Realmente no hay una demanda vecinal ni está justificado con datos llevar el tranvía al Hospital Civil”. Así de contundente se mostró ayer la edil de Movilidad, la popular Elvira Maeso, que echó por tierra la viabilidad técnica y económica de los datos “que hasta ahora nos han dado” en el estudio de movilidad presentado por la Junta de Andalucía para prolongar el metro por Eugenio Gross y Blas de Lezo.
Si el regidor popular, Francisco de la Torre, se muestra más comedido, tras las críticas sobre sus cambios de postura, la responsable del ramo fue tajante y dio por “roto, por culpa de la Junta” el protocolo suscrito entre ambos, al no haber firmado aún la adenda del convenio suscrito en 2003.
Un argumento “de peso” que se une a las dudas que pusieron sobre la mesa sobre el tráfico que deberán soportar el resto de calles, los desvíos e intersecciones propuestos o los cambios en las líneas de autobuses. Precisamente, la EMT parece la mayor damnificada del proyecto.
El gerente, Miguel Ruiz, aseguró que el diseño propuesto dejaría sin autobús a más de 37.500 vecinos al eliminar de la zona hasta 16 paradas de las líneas 15, Circular 1 y Nocturno 2. Sólo en la llamada “línea de los hospitales”, la 15, se perderían 1,5 millones de viajeros al año.
El Consistorio insistió en que el trazado en superficie, que rechazan los vecinos y comercios de Bailén-Miraflores, obligaría a desviar 15.000 vehículos al día y no plantea aparcamientos alternativos. Entre las dudas, que parecen dejar en el aire, de nuevo, el futuro del proyecto que levanta ampollas entre ambos, la falta de estudios de seguridad vial.