Los ataques al profesorado son un fenómeno creciente en Málaga según los datos ofrecidos este miércoles por ANPE. Este sindicato que actúa en defensa del profesor informó ayer de que durante el curso 2016 – 2017 han sido 31 los docentes que han sido atendidos por el Servicio del defensor del Profesor en Málaga. Así lo explicó ayer la presidenta provincial de ANPE ,María del Amo, que añadió que esta cifra es un número considerablemente superior al anterior en el que los casas atendidos fueron 19 y que es el más alto desde el año 2012. El nivel educativo en el que se han registrado más incidentes han sido en Educación Primaria, con 14 casos; nueve en Secundaria; dos en Infantil y el resto en las demás enseñanzas. Por otro lado, entre el total de los caos, el 31 por ciento de las llamadas recibidas fueron relacionadas con alumnos, mientras que el 41 por ciento fueron con los padres.
En concreto, de las llamadas relacionadas con los alumnos, el 76 por ciento de los docentes manifiesta problemas para dar clase y falta de respeto por parte de los jóvenes; el 14 por ciento de los casos fueron en relación con el uso de nuevas tecnologías como herramienta de acoso; el ocho por ciento de los casos fueron agresiones y los daños a la propiedad fueron el dos por ciento. Asimismo, sobre las llamadas recibidas relacionadas con los padres, el 86 por ciento fueron por acoso, insultos y falsas acusaciones por parte de las familias a docentes; las denuncias y juicios por parte de las familias fueron el once por ciento de los casos y la presión para modificar notas, el tres por ciento de los casos. Por otro lado, el 28 por ciento de las llamadas recibidas fueron en relación con los problemas con la administración educativa; y el 67 por ciento de docentes dice que no siente el apoyo del equipo directivo, frente al 33 por ciento.
Asimismo, precisan que sólo el ocho por ciento han sido apoyados por el servicio de Inspección Educativa. Entre las conclusiones del informe destacaron que el curso 2016-2017 marcó “un cambio de tendencia” descendente que venía produciéndose en los tres últimos cursos, aumentando un 63 por ciento el número total de casos. En cuanto a alumnos, destacaron el gran aumento de casos en lo relacionado con agresiones, amenazas e insultos y faltas de respeto al docente, pasando de 69 por ciento al 76 por ciento. Sobre los compañeros, el curso pasado aumentó cuatro puntos porcentuales -del 24 al 28 por ciento- lo relacionado a problemas con la administración educativa y en un punto lo relacionado con la dirección del centro. En lo que se refiere a los padres, se observa un aumento en las denuncias y acusaciones falsas a profesores -del 84 al 86 por ciento- al igual que en la presión para modificar calificaciones -de un uno por ciento a un tres por ciento-. Por otro lado, se refirieron a las exigencias para reducir estas situaciones, precisando, entre otros, el desarrollo normativo de la Ley de Autoridad del Profesorado; actualización de los protocolos de actuación para los casos de agresiones al profesorado que sean “ágiles y de aplicación inmediata”; y el desarrollo de un plan de mejora de la convivencia escolar “realmente efectivo” y dotado de medios tanto económicos como humanos.