Efectivos de la Policía Local de Málaga han detenido a un hombre de 40 años, al que le pesaba una orden de detención por quebrantamiento de condena, además de la presunta autoría de un delito de violencia de género con amenazas graves e incumplir dos órdenes de alejamiento, el cual fue localizado oculto en el cajón de una cama nido de la vivienda de su pareja.
Según han informado desde la Policía Local, los hechos sucedieron las noches del lunes 23 y del miércoles 25 de noviembre, cuando un agente del Grupo de Investigación y Protección (GIP) que tiene asignada la protección de varias víctimas de violencia de género dentro del programa VioGen recibió llamadas desde un teléfono móvil desconocido en las que la persona interlocutora colgaba, saltando el contestador automático cada vez que intentaba devolverle la llamada.
Ante las sospechas de que pudiera tratarse de una víctima con protección, en la mañana del jueves se intentó contactar nuevamente, telefoneando al número en cuestión, atendiendo una mujer al teléfono que volvió a cortar de inmediato la comunicación al conocer que la llamada la realizaba la Policía Local, según han precisado a través de un comunicado.
Tras llamarla otra vez, terminó identificándose como víctima protegida de VioGen, manifestando que ese era su nuevo número de teléfono y que no tenía problemas, que su pareja no se encontraba en el domicilio y que todo había sido una equivocación.
Ante la actitud dubitativa e insegura de la mujer y en previsión de que pudiera correr algún peligro, dos dotaciones de la Policía Local de Málaga, una del GIP y otra del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) se desplazaron a su domicilio, ubicado en la barriada de Las Castañetas, franqueándoles la víctima la entrada en compañía de los dos hijos de la pareja, ambos menores de edad.
En ese momento, manifestó a los agentes que su pareja se acababa de marchar ante la previsible llegada de las fuerzas policiales, llegando a reconocer que las llamadas que había realizado en los últimos días se debían a problemas con el mismo, habiendo sido coaccionada por él en algunas de ellas, así como recibiendo amenazas de que si lo denunciaba "la iba a matar o antes o cuando saliera de prisión".
Tras inspeccionar la vivienda, los policías locales localizaron e intervinieron un bastón con punta metálica de aproximadamente un metro de longitud junto a la puerta de la cocina, así como otro objeto contundente de madera, de fabricación artesanal, de unos 85 centímetros, bajo la cama de uno de los dormitorios, siendo ambas armas del individuo.
Los agentes ofrecieron a la víctima la posibilidad de mudarse a una casa de acogida, declinando dicha solicitud, así como negándose a denunciar los hechos por miedo a represalias.
Tres días más tarde, concretamente el pasado domingo 29 de noviembre, sobre las 17.20 horas, cuando ya el individuo tenía en vigor una orden de detención por quebrantamiento de condena después de los sucesos anteriores, el agente del GIP que tiene asignada la protección de la víctima volvió al domicilio junto con su compañero de unidad para interesarse por su estado y comprobar que todo iba bien.
Al llamar a la puerta pudieron oír varios ruidos que provenían del interior, a lo que se suma que la mujer tardó unos minutos en abrir la puerta, lo que les hizo sospechar que el individuo podía encontrarse en el inmueble. Una vez dentro, los policías locales inspeccionaron el interior con el permiso de su propietaria, que en ningún momento llegó a reconocer que su pareja se encontraba dentro.
En un momento determinado, los agentes escucharon un ruido que provenía del dormitorio de los niños, solicitando el apoyo de una dotación GOA del citado cuerpo policial, conocedores de la agresividad y peligrosidad del individuo, con el que ya habían actuado los agentes en una intervención anterior en la que llegó a abalanzarse hacia ellos esgrimiendo un arma blanca.
Así, finalmente fue descubierto oculto en el interior del habitáculo de una cama nido, de donde fue sacado por los policías locales, que lo detuvieron y trasladaron a dependencias policiales, siendo, posteriormente, puesto a disposición judicial.
Al individuo, natural de la localidad malagueña de Estepona y vecino de Málaga, le constan más de 50 antecedentes, además de por los delitos ya comentados, por otros como violencia de género, robo con fuerza, robo con violencia, allanamiento de morada, atentado a agente de la autoridad, entre otros.