Buscará revalidar el cargo recién obtenido tras la renuncia de su antecesor
Fumio Kishida, el nuevo primer ministro de Japón, disolvió este jueves el parlamento, lo que permite la convocatoria oficial para finales de este mes de unas elecciones generales donde buscará revalidar el cargo recién obtenido tras la renuncia de su antecesor.
Las elecciones generales en el archipiélago nipón tendrán lugar el próximo 31 de octubre tras quedar disuelta hoy la Cámara Baja de la Dieta (Parlamento), cuya legislatura de cuatro años vencía el próximo 21 de octubre.
Es la primera vez desde la posguerra que el país asiático convoca legislativas tras agotarse práctiamente el mandato del Parlamento nipón, por lo que el plazo desde su disolución hasta la votación será el más corto desde el fin de la II Guerra Mundial, de apenas dos semanas.
"Necesitamos enfrentarnos al juicio de los ciudadanos", afirmó Kishida esta mañana frente a la prensa.
Por su parte, Yukio Edano, el líder del principal bloque opositor, el Partido Constitucional Democrático (PCD), criticó la respuesta del gobernante Partio Liberal Demócrata (PLD) de Kishida durante la crisis del coronavirus, "siempre yendo por detrás", según recoge la agencia Kyodo.
Tras la renuncia de Suga, que se produjo en la peor ola de contagios en Japón hasta la fecha, la carrera interna por el liderazgo del PLD derivó el 29 de septiembre en la elección del nuevo presidente, Kishida, quien a continuación fue investido como primer ministro el 4 de octubre.
Los ciudadanos japoneses acudirán a las urnas cuando el país ha superado su peor ola de contagios y la tasa de vacunación con la pauta completa supera el 65 % de la población.
Japón está registrando desde hace dos semanas mínimos en infecciones, algo que no se daba desde hace más de un año, por debajo del millar en todo el archipiélago y con menos de 100 casos al día en la capital.
En su discurso de investidura, Kishida remarcó como objetivos principales seguir trabajando para responder a la pandemia y revitalizar la economía, con lo que ha llamado un "nuevo capitalismo" para reforzar la clase media, que incluye posibles subidas salariales y mayores tasas a las ganancias corporativas.
Sin embargo, el nuevo primer ministro ha reculado en estos últimos aspectos en estos días.
Aunque el PLD no vive su mayor momento de popularidad, se espera que el partido de Kishida, que ha gobernado en Japón desde el fin de la II Guerra Mundial, con excepción de un lapso de 10 meses en los noventa y un trienio (2009-2011), revalide su triunfo en las urnas.