Aumentará la opacidad del proceso judicial contra la exmandataria detenida el pasado 1 de febrero
La junta militar de Birmania (Myanmar) ha prohibido al abogado de la depuesta líder Aung San Suu Kyi compartir información con los periodistas, lo que aumentará la opacidad del proceso judicial contra la exmandataria detenida el pasado 1 de febrero.
En su página de Facebook, el abogado Khin Maung Zaw, que también representa al expresidente Win Mying, compartió el documento en el que se le ordena no comunicarse con la prensa de acuerdo con el artículo 144, una norma de la época colonial que permite emitir órdenes en situaciones de emergencia o de amenaza pública.
La orden se produce después de que el enviado especial de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) para Birmania, Erywan Yusof, suspendiera esta semana su viaje al país asiático por la negativa de las autoridades a que pueda reunirse con Suu Kyi.
La ASEAN nombró en agosto al enviado especial para mediar en la crisis desatada en el país tras el golpe de Estado del pasado 1 de febrero, lo que incluye poder reunirse con todas las partes para facilitar el fin de la violencia.
Sin embargo, la junta militar ha alegado que Yusof no puede reunirse con Suu Kyi porque está acusada en varios procesos judiciales.
Suu Kyi, que ganó el Nobel de la Paz en 1991 por su lucha pacífica contra la dictadura, se enfrenta a una retahíla de casos relacionados con la Ley de Desastres Naturales por la covid-19, la supuesta importación ilegal de "walkie-talkies" y la presunta vulneración de la Ley de Comunicaciones.
La exmandataria, detenida en un lugar secreto y prácticamente incomunicada, también se enfrenta a cargos por vulnerar presuntamente la Ley de Secretos Oficiales y por cargos de supuesta corrupción, como aceptar sobornos.
La nobel de la paz, que podría ser condenada a varias décadas de cárcel, ha negado categóricamente todos los cargos y numerosos gobiernos, instituciones y ONG, incluidos la Unión Europea, el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos y Amnistía Internacional, han pedido la liberación de la detenida.
El Ejército birmano justifica el golpe de Estado por un presunto fraude masivo durante las elecciones generales del pasado noviembre, cuyo resultado ha sido anulado y en las que el partido de Suu Kyi arrasó, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.
Al menos 1.171 personas han muerto a raíz de la brutal represión ejercida por policías y soldados desde el golpe, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos, según los diarios datos de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, que también cifra más de 7.300 los opositores detenidos.