Algo que facilitaría su interacción con la comunidad internacional y, de manera indirecta, el acceso a fondos de ayuda
El Gobierno talibán lamentó este jueves la decisión ayer del "comité de credenciales" de la ONU de posponer por el momento su posible reconocimiento como autoridad oficial de Afganistán, algo que facilitaría su interacción con la comunidad internacional y, de manera indirecta, el acceso a fondos de ayuda.
"Un comité especial de la ONU ha dictaminado que el asiento de Afganistán en la Asamblea General de la ONU no debería cederse por ahora al nuevo Gobierno afgano", expuso en un mensaje en Twitter Suhail Shaheen, que había sido propuesto por los talibanes el pasado septiembre como nuevo representante afgano ante las Naciones Unidas.
Shaheen, que ha estado destinado como miembro de la oficina política de los talibanes en Doha durante la última década y es su actual portavoz, criticó que "esta decisión no se basa en principios ni justicia, al despojar de sus derechos legítimos al pueblo afgano" tras la llegada del grupo fundamentalista al poder el pasado agosto.
Así, el candidato de los talibanes ante la ONU dijo que esperaba que "en un futuro próximo este derecho" se traslade al representante afgano en el organismo, "para que los problemas del pueblo afgano puedan resolverse de manera más eficaz y eficiente" ante la comunidad internacional.
La ONU pospuso la decisión sobre el reconocimiento del régimen talibán mientras dure el actual periodo de sesiones, es decir, hasta septiembre de 2022, algo que debe ser ahora refrendado por la Asamblea General, que no suele contradecir lo que decide el comité.
Si la Asamblea lo refrenda, la petición talibán quedará en el limbo, y solo en el caso de que un estado plantee un procedimiento de excepción podría el comité replantear la cuestión, algo poco habitual.
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
Los talibanes habían presentado su solicitud oficial de reconocimiento el pasado septiembre, durante el periodo anual de sesiones de la Asamblea General, alegando que tenían derecho a representar a su país por tener control total del territorio y ante el vacío de poder dejado por un Gobierno que había huido de Kabul.
El reconocimiento o no por parte de la ONU se considera crucial para el régimen talibán, pues hasta ahora ningún país ha dado ese paso, ni siquiera las naciones vistas como más próximas al régimen, como Pakistán o China.
Las reticencias por ahora al reconocimiento de los talibanes se basan en el incumplimiento de varios requisitos como la formación de un Gobierno inclusivo o el respeto de los derechos de las minorías y las mujeres, relegadas en parte al interior del hogar.
Además los talibanes consideran que su reconocimiento podría contribuir a que el Gobierno estadounidense desbloquee los activos financieros (10.000 millones de dólares) del estado afgano actualmente retenidos por la Reserva Federal estadounidense.
Mientras tanto la crisis humanitaria en el país no deja de agravarse y este jueves el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) reclamó de manera urgente 2.600 millones de dólares para poder hacer frente a la grave crisis humanitaria en Afganistán, donde las vidas de 3,2 millones de niños peligran debido al hambre y la desnutrición por falta de alimentos.