La situación en torno a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, donde este jueves se produjeron nuevos combates poco antes de la llegada de una misión de expertos de la agencia atómica de la ONU, está "bajo control", según el Ministerio de Defensa de Rusia.
"La situación en torno a la central atómica es complicada, pero está bajo control", dice un comunicado difundido por el departamento castrense ruso.
La nota reitera la disposición de las fuerzas rusas de recibir a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y de garantizar la seguridad para que cumplan con su labor.
Las autoridades prorrusas de Energizaré, ciudad que acoge la planta nuclear, afirmaron a su vez que la misión del OIEA ha entrado en territorio controlado por el Ejército ruso en la región de Zaporiyia y se dirige a Energodar.
"Según las últimas informaciones, han cruzado el punto de control de Vasilievka y durante una hora estarán en Energodar", dijo el alcalde prorruso, Alexandr Volga.
Rusia acusó horas antes a Ucrania de haber intentado "tomar" la planta de Zaporyiya, bajo control de las fuerzas rusas desde el 4 de marzo, mediante dos grupos de sabotaje de hasta 60 personas.
"Hoy, alrededor de las 06.00 hora de Moscú (03.00 GMT), las tropas ucranianas (distribuidas) en dos grupos de sabotaje de hasta 60 personas y en siete barcos atracaron en la costa del embalse de Kajovka, tres kilómetros al noreste de la planta de energía nuclear de Zaporiyia e intentaron apoderarse de ella", señaló el portavoz del Ministerio de Defensa, Ígor Konashénkov.
Según la institución castrense, "se tomaron medidas para destruir al enemigo, incluso con el uso de la aviación del Ejército".
Una hora después, según Rusia, las fuerzas ucranianas volvieron a intentar desplegar tropas "a unos kilómetros de la central de Zaporiyia, cerca de la localidad de Vadianoe".
Como resultado del fuego ruso, dos lanchas con tropas ucranianas "fueron hundidas", informó Defensa.
Las autoridades de la administración provisional prorrusa en Energodar afirmaron previamente que el fuego de la artillería ucraniana contra la ciudad ha provocado al menos tres muertos.
Por contra, el antiguo alcalde de la ciudad Dmytro Orlov acusó a las fuerzas rusas de haber vuelto a atacar la ciudad la pasada madrugada y que resultaron heridos "varios civiles".