Los servicios de emergencia de Turquía han logrado sacar con vida a una madre y a su hijo de diez años tras llevar 101 horas atrapados bajo los escombros de un edificio destruido en la ciudad turca de Diyarbakir, en la provincia homónima, tras los terremotos registrados el lunes en el sur del país, cerca de la frontera con Siria.
Después de horas de trabajo retirando restos de un edificio derruido en el distrito de Mevlana Halit Mahallesi, los equipos de búsqueda y rescate han dado con el paradero de Sebahat Varli, de 32 años, y su hijo Serhat, de 10 años, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
La madre y el hijo, ambos con heridas, han sido trasladados en ambulancia a un hospital cercano para recibir atención médica. Los servicios de emergencia hicieron uso de cámaras térmicas y dispositivos de escucha de audio para encontrarlos.
Cada hora que pasa se hace más difícil para los servicios de rescate encontrar a personas con vida, puesto que el tiempo estándar que un ser humano puede permanecer sin la ingesta de agua o comida en desastres como este es de 72 horas.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha indicado que cerca de 143.000 miembros de los equipos de búsqueda y rescate --entre los que se encuentran equipos internacionales y ONG-- trabajan en las zonas afectadas. Hasta la región se han enviado grandes cantidades de equipamiento de rescate, comidas, bienes de primera necesidad y grupos de ayuda psicosocial.
El terremoto ha causado más de 18.000 muertos en Turquía, 1.262 en las zonas de Siria controladas por el Gobierno de Bashar al Assad y otros 1.970 en zonas de las provincias de Idlib y Alepo (noroeste) que se encuentran en manos de rebeldes, según diversos balances publicados durante las últimas horas.