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Muere otra víctima de crimen organizado árabe en Israel, la número 116 en este año

Del total de muertos de este año, 104 fueron asesinados con armas de fuego y 67 eran menores de 30 años

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  • Gaza. -

La violencia dentro del sector árabe de Israel sigue en aumento, y esta madrugada fue asesinado un joven de 23 años en la ciudad de Nazaret, la víctima número 116 en lo que va de año, alcanzando la cifra total de muertos por el crimen árabe en todo 2022.

Faruk Jamis, de 23 años, fue declarado muerto por los servicios de emergencia esta madrugada tras recibir múltiples disparos frente a una panadería en Nazaret, ciudad de mayoría árabe en el norte de Israel.

El tiroteo, según la investigación preliminar de la Policía, está relacionado con una disputa entre bandas criminales árabes, que han proliferado en los últimos años ante el abandono político que sufre la minoría árabe del país, que representa el 21 % de la población.

Según The Abraham Initiatives, un grupo que hace campaña contra la violencia, 116 árabes han sido asesinados en circunstancias violentas dentro de la comunidad desde principios de año, alcanzando en poco más de seis meses la cifra total del año pasado, y a este ritmo, se superará el récord histórico de 2021, cuando 126 árabes fueron asesinatos víctimas de esta criminalidad.

Del total de muertos de este año, 104 fueron asesinados con armas de fuego y 67 eran menores de 30 años.

Además del último asesinato en Nazaret, dentro de la violencia criminal que azota la comunidad árabe, esta semana también murió por disparos un hombre de 55 años en Qalansawe; otro de 45 años en Yarka y uno de 22 en Araba. Además un hombre de 20 años y un niño de uno fueron asesinados a tiros el pasado domingo en Nazaret.

Según The Abraham Initiatives, alrededor del 75 % de los asesinatos en la comunidad árabe emanan del crimen organizado, mientras que el resto se atribuye a enemistades de sangre, feminicidios que involucran a miembros de la familia y otras actividades delictivas.

Las autoridades israelíes no han logrado detener el derramamiento de sangre a pesar de prometer más recursos, incluida más policía y fondos para hacer frente a los problemas sociales dentro del sector árabe que sustentan la ola delictiva.

Muchos líderes comunitarios culpan a la policía, que no ha logrado tomar medidas enérgicas contra las poderosas organizaciones criminales e ignora en gran medida la violencia; pero señalan décadas de negligencia, abandono y discriminación por parte de las oficinas gubernamentales como la causa principal del problema.

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