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Manjón: "No estamos eufóricos por el asesinato extrajudicial de Bin Laden"

Las víctimas del terrorismo yihadista, como Pilar Manjón, preferirían haberle visto "vivo y juzgado".

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Las víctimas del terrorismo yihadista, como Pilar Manjón, a la que los atentados del 11-M en Madrid le quitaron a su hijo Daniel, no están eufóricas por la muerte de Osama Bin Laden porque, dicen, no les gustan "los asesinatos extrajudiciales" y preferirían haberle visto "vivo y juzgado".

Así se ha pronunciado Pilar Manjón, la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, y así piensan, según ha dicho, los asistentes a la I Jornada sobre Terrorismo Yihadista que se celebran bajo el eslogan "Víctimas con la justicia y por la paz".

Unas jornadas que han sido inauguradas por Manjón, el director de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, José Manuel Rodríguez Uribes, y Terry Rockefeller, portavoz de la Red Internacional por la Paz y quien perdió a su hermana Laura de 41 años en el ataque a las Torres Gemelas.

"Le hubiéramos preferido vivo, juzgado por las leyes internacionales por crímenes de lesa humanidad; no nos gusta el Código Penal del enemigo y somos contrarios a la pena de muerte; incluso la más vil de las vidas merece la pena vivirse porque no queremos parecernos a los terroristas y nos gustan los asesinatos extrajudiciales", ha dicho Manjón en declaraciones a los periodistas.

Palabras que han escuchado atentamente Rockefeller y Hadiya Masieh-Ud-Din, que no es una afectada por el terrorismo, pero que tiene en común su lucha por un mundo mejor a través de la paz.

Hadiya fue durante diez años miembro de Hizbut Tahrir, un grupo islamista radical que busca un califato islámico y con el que decidió romper a partir de los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres, que le hicieron cuestionarse sus ideas.

"La estrategia del grupo era recabar apoyos para su causa y lo hacían intentando conseguir que la comunidad musulmana simpatizara con ellos. No había preguntas, su camino era el único correcto y todos los demás estaban equivocados", ha relatado Hadiya.

El "grupo" también le motivo a hablar sobre la necesidad de un estado islámico y del levantamiento de los musulmanes para deponer a los regímenes y establecer un "Estado justo".

También le insistía en que para ser un verdadero musulmán, no solo había que rezar, sino también ser más activos políticamente y posicionarse frente a la "ocupación de Occidente".

Ahora Hadiya Masieh trabaja con grupos de distintas religiones y culturas y uno de sus proyectos, "Tejer por la paz", está destinado exclusivamente a las mujeres, que se reúnen e intercambian puntos de vista para "tender puentes y romper barreras".

"Aquellos que quieren dividir a la humanidad no lo lograrán si la gente se respeta mutuamente y se apoya", ha asegurado Masieh.

También Rockefeller se ha mostrado convencida de este camino y ha expuesto el caso de varios familiares de víctimas, que han abogado por el diálogo, la reconciliación, el perdón y la paz tras sufrir la lacra del terrorismo.

Mientras, la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundúa, ha hablado del miedo que los fanáticos intentan expandir en la sociedad y ha insistido en la necesidad de que la ley de víctimas recoja su petición de la "reparación del daño público".

La presidenta de la fundación ha incidido en que no debe haber espacio para el enaltecimiento del terrorismo y ha asegurado que si las víctimas están unidas ante la amenaza terrorista protegerán a la sociedad.

Uribes, por su parte, ha resaltado el espíritu de tolerancia de las víctimas al no confundir el terrorismo con una religión o una visión noble como el islám y ha subrayado su pretensión de justicia, reparación y memoria.

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