La Guardia Civil encontró muertos al matrimonio, de 24 y 25 años, el pasado sábado a media tarde, aunque la muerte pudo producirse la noche de fin de año.
Los agentes de la Benemérita, alertados por un vecino de esta población, acudieron el sábado a la vivienda donde el matrimonio residía y se encontraron con que el marido estaba muerto en un sillón frente al televisor encendido, mientras que la mujer yacía en la cama.
Al entrar en la vivienda, los agentes detectaron la presencia de gas procedente de una estufa catalítica.
El matrimonio, de nacionalidad rumana, residía y trabajaba en esta población castellonense desde hace cinco años, y fue el propio empresario, para quien trabajaban, quien avisó a la Guardia Civil al comprobar que no habían acudido al trabajo.
Los cadáveres del joven matrimonio fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Castellón de La Plana para realizarles la autopsia.
