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Nuevas sanciones a Irán llevarían la guerra como única alternativa

"Es importante entender que si intentar lograr una solución diplomática es rechazado o descartado, ¿qué opciones quedan para nosotros o nuestros aliados para evitar que Irán se haga con armas nucleares?", se ha preguntado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney

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La Casa Blanca ha advertido este martes en contra de imponer nuevas sanciones contra Irán y ha sostenido que dañar el proceso diplomático con Teherán implicaría dejar como única alternativa la guerra para hacer frente al programa nuclear iraní.

   "Es importante entender que si intentar lograr una solución diplomática es rechazado o descartado, ¿qué opciones quedan para nosotros o nuestros aliados para evitar que Irán se haga con armas nucleares?", se ha preguntado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

   "El pueblo estadounidense no quiere una nueva guerra", ha agregado, según ha informado el diario estadounidense 'The Hill'. Así, Carney ha manifestado que el Gobierno "no sugiere un retraso ilimitado" a las nuevas sanciones, sino que el Congreso espere hasta que el momento sea el adecuado.

   En este sentido, ha valorado que "es importante que el Congreso reserve su capacidad para legislar para el momento en el que sea más efectivo para dar a las actuales negociaciones (entre Irán y el Grupo 5+1 --integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania--) una oportunidad de lograr progresos reales para conseguir el objetivo de evitar que Teherán se haga con armas nucleares".

   "No se trata de estar a favor o en contra de las sanciones", ha añadido, antes de remachar que cualquier acuerdo que acepte el Gobierno "será uno que cumpla con las exigencias (estadounidenses), que sea verificable y concreto".

SANCIONES

   Estados Unidos y la Unión Europea han aplicado duras sanciones contra Irán, incluido un embargo de su petróleo, en un esfuerzo por persuadir a Teherán para que abandone su programa nuclear, que, según sospechan, está destinado a fabricar armas atómicas.

   Sin embargo, Irán ha rechazado estas acusaciones y ha aseverado en reiteradas ocasiones que el programa nuclear tiene únicamente fines civiles pacíficos y que se enmarca dentro del Tratado de No Proliferación (TNP).

   El TNP, del que Irán es parte, establece entre otras cosas que, para evitar la proliferación, los países que ya cuentan con energía nuclear han de facilitarla a los países que no la tienen en caso de que estos decidan utilizar esta energía para fines pacíficos.

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