La operación Folio se inició hace varios meses, cuando la Guardia Civil comenzó a investigar una serie de estafas que consistían en la compra de artículos de precio elevado, como material electrónico de última generación, joyas o bebidas.
Para ello usaban tarjetas de crédito falsas con los datos obtenidos a través de internet de personas de distintos países de todo el mundo. La fabricación de estas tarjetas se realizaba en Villalonga (Valencia).