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HRW denuncia la violencia y el abandono que sufren los niños discapacitados a cargo del Estado ruso

La ONG pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes, en un informe elaborado por uno de sus investigadores, la violencia y el abandono que sufren el 30 por ciento de los niños que padecen algún tipo de discapacidad y que están a cargo de las instituciones públicas rusas

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La ONG pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes, en un informe elaborado por uno de sus investigadores, la violencia y el abandono que sufren el 30 por ciento de los niños que padecen algún tipo de discapacidad y que están a cargo de las instituciones públicas rusas.

   "La violencia y el abandono de los niños en los orfanatos es descorazonadora y completamente deplorable", ha dicho el investigador de HRW responsable del informe 'Abandonados por el Estado: violencia, abandono y aislamiento de los niños discapacitados en orfanatos rusos', que denuncia estas circunstancias, Andrea Mazzarino. "El Gobierno ruso debería de poner en marcha una política de tolerancia cero contra la violencia contra los niños que viven en instituciones y deberían reforzar de manera inmediata los programas que favorecen que los niños puedan vivir con sus familias", ha añadido.


   Niños y activistas pro Derechos Humanos han denunciado que en los orfanatos los niños no disponen de acceso a los servicios sanitarios necesarios, no tienen una nutrición adecuada ni tampoco acceso a educación. La falta de personal y formación adecuada son factores que también afectan a las oportunidades de los niños.

   Al menos el 95 por ciento de los niños que viven en los orfanatos y centros de acogida temporal rusos tienen por lo menos a uno de sus progenitores con vida. Las autoridades rusas se han comprometido a distanciarse de la institucionalización de los niños, especialmente de aquellos que sufren discapacidades.

LOS NIÑOS NO TIENEN ACCESO A EDUCACIÓN NI SANIDAD ADECUADAS

   En muchos de los casos que HRW ha documentado, los niños con discapacidades han terminado en los orfanatos porque los trabajadores sanitarios presionaron a sus padres para que se diesen por vencidos, argumentando que los niños ya no tenían opciones para desarrollarse mentalmente y que no podrían hacerse cargo de ellos. La falta de una educación adecuada a sus necesidades, así como la falta de acceso a la rehabilitación y servicios sanitarios que necesitan y la escasa financiación y apoyo estatal también afectan a las decisiones de los padres de abandonar a sus hijos en los centros estatales.

   HRW ha denunciado el trato que sufren dentro de los orfanatos los niños que padecen las discapacidades más "graves" por parte de los trabajadores de los centros. Estos niños son ubicados en habitaciones de "recostado" donde los niños permanecen en cunas y a menudo están atados a los muebles con jirones de tela. Normalmente no pueden salir de las cunas, interactuar con otros niños ni salir al exterior. Tampoco reciben la atención necesaria aparte de ser cambiados de pañal y alimentados periódicamente. Según HRW estas prácticas son discriminatorias y se deberían eliminar por completo.

   "Muchos niños que sufren discapacidades y que están confinados en habitaciones de "recostado" sufren retrasos asombrosos tanto en su desarrollo físico como en su desarrollo emocional e intelectual", ha dicho Mazzarino. "Esta es una tragedia que se podría evitar si a los niños se les diese la alimentación, sanidad y educación adecuada y a la que tienen derecho", ha añadido.

EL GOBIERNO RUSO HA DE TOMAR MÁS MEDIDAS CONTRA LA INSTITUCIONALIZACIÓN

   Rusia tiene, según el Derecho Internacional, el compromiso de proteger a los niños de cualquier forma de violencia y abandono y de asegurarse de que los niños discapacitados no sean separados de sus padres contra su voluntad, además de protegerlos de la discriminación.

   Entre las medidas que Rusia ha tomado para solucionar la situación se encuentra la Estrategia de Acción Nacional para los Derechos de los Niños entre 2012 y 2017. Esta estrategia incluye el compromiso ruso con la prevención de los abandonos infantiles. A pesar de los esfuerzos, en las propuestas que se han presentado hasta ahora, según HRW, no hay planes adecuados que contemplen las necesidades de los niños discapacitados.

   Según HRW, Rusia debería aprobar medidas de apoyo que se dirijan a las familias de los niños con discapacidad y crear un sistema, del que actualmente carecen, para poder reubicar a los niños en familias de acogida.

   Por su parte, las instituciones rusas deberían de crear un plan a corto plazo para acabar con la institucionalización de los menores. Los centros de acogida sólo deberían ser utilizados para cortas estancias y en circunstancias que lo requieran. También deben de apoyar a las familias, que se quejan de las dificultades y obstáculos a los que se tienen que enfrentar para criar a estos niños en sus hogares.

   "Hasta que el Gobierno ruso y los donantes actúen, decenas de miles de niños pasarán sus vidas entre cuatro paredes, aislados de sus familias y comunidades y se les negarán las oportunidades que otros niños si que tendrán", ha asegurado Mazzarino. "El Gobierno ruso podría hacer mucho más para apoyar a los padres que tienen hijo con discapacidades, en lugar de enviar a los niños a las instituciones".

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