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Una ciudad taiwanesa ordena quitar las estatuas del Generalísimo Chiang Kai-shek

La decisión de Lai se produce en el aniversario del incidente del 28 de febrero de 1947, cuando las tropas del gobierno chino, encabezado por Chiang Kai-shek, reprimieron violentamente una protesta

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El alcalde de la ciudad meridional de Tainan, William Lai, ordenó hoy que se quiten de las escuelas de su ciudad las estatuas del Generalísimo Chiang Kai-shek, que gobernó autoritariamente la isla hasta su muerte en 1975.

La decisión de Lai se produce en el aniversario del incidente del 28 de febrero de 1947, cuando las tropas del gobierno chino, encabezado por Chiang Kai-shek, reprimieron violentamente una protesta taiwanesa causando miles de muertos, detenidos y desaparecidos.

Lai dijo que al quitar las estatuas se ofrece "un ambiente libre de vestigios del pasado autoritario" y además "se evitan los incidentes de protestas" y de ira contra ellas.

El presidente taiwanés, Lee Teng-hui, que designó el 28 de febrero como fiesta, pidió perdón en 1995 por la acción de los militares y ofreció compensaciones a las víctimas o a sus descendientes.

Aunque no se ha probado que el entonces presidente Chiang Kai-shek, que no se encontraba en Taiwán sino en China continental, ordenase la represión en 1947, los sectores independentistas en Taiwán le responsabilizan a Chiang de la matanza y lo consideran un "criminal".

Después de la democratización de la isla, que celebró su primera elección presidencial con sufragio universal y directo en 1996 y de ocho años de gobierno del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), en los que se eliminaron numerosos vestigios de Chiang, aún quedan en la isla muchas instalaciones, calles y estatuas del generalísimo.

Las estatuas que se han ido quitando de escuelas, campamentos y plazas se han enviado a la aldea de Daxi, en el norte de la isla, donde Chiang y su hijo Chiang Ching-kuo están sepultados.

El viernes, en Taipei, dos independentistas taiwaneses pintaron de negro una monumental estatua de Chiang Kai-shek, ubicada en su salón conmemorativo, y gritaron consignas en su contra y en favor de una investigación más profunda del incidente del 28 de febrero de 1947.

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