El Gobierno de Hong Kong ha emitido una advertencia pidiendo a sus ciudadanos no viajar a Corea del Sur a no ser que sea "esencial", con el objetivo de evitar más contagios del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) o nuevo coronavirus, que ya se ha cobrado una séptima víctima en ese país.
El Buró de Seguridad ha activado una "alerta roja" para viajes a Corea del Sur este martes, la de segunda mayor gravedad, según publica hoy el diario local "South China Morning Post".
"El Buró de Sanidad y Alimentación advierte a los residentes que eviten viajes a Corea del Sur que no sean esenciales, incluidos viajes de turismo. Aquellos que ya están allí deben prestar atención a los anuncios de las autoridades locales y evitar visitas innecesarias a centros de salud", publicó el Gobierno.
Esta advertencia es la primera que hace Hong Kong relacionada con problemas sanitarios. La última que se emitió fue después del grave terremoto que sufrió Nepal a finales de abril y por la que se recomendaba no viajar al país del Himalaya por razones de seguridad.
Todos los grupos de turistas de agencias de viajes que planeaban viajar a Corea del Sur serán cancelados tras la decisión del Gobierno, lo que afectará a 12.000 hongkoneses.
Esta situación también se está dando en la parte continental del país, según informa Radio Nacional de China, sin aportar más detalles.
Corea del Sur informó hoy de que la última persona fallecida por el MERS es una mujer de 68 años que ya sufría desde hace tiempo problemas cardíacos de tipo crónico.
De momento todos los contagios se han producido en hospitales (hay 29 centro afectados por el momento en Corea del Sur) por lo que el Gobierno surcoreano sostiene que la enfermedad puede ser contenida.
Con los 95 casos confirmados, Corea del Sur es el segundo país en el que mayor número de casos se han dado después de Arabia Saudí, donde se detectó el primer caso en 2012.
El MERS, que tuvo su punto álgido hace aproximadamente un año en varios países de Oriente Medio, tiene una mortalidad del 40 por ciento aproximadamente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y no puede ser combatido con vacunas o tratamientos, aunque su contagio tampoco es fácil y requiere de contacto directo.