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HRW denuncia el uso de un nuevo tipo de bombas de racimo rusas en Siria

Pese a esas evidencias, HRW reconoció que no puede determinar con exactitud si fueron las fuerzas sirias o rusas las responsables del uso de este tipo de bombas de racimo, hasta ahora inédito en el conflicto sirio

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  • SIRIA -

Human Rights Watch (HRW) denunció hoy el uso de un nuevo tipo de bombas de racimo rusas en un bombardeo en el suroeste de Alepo el pasado 4 de octubre, lo que hizo aumentar las sospechas de la organización de que Rusia está usando ese modelo de bombas o proveyendo al régimen sirio de este material.

En un comunicado, HRW alertó también de que nuevas fotografías y vídeos encontrados sugieren que nuevamente se han utilizado bombas de racimo aéreas o terrestres como parte de la ofensiva ruso-siria en el noreste de Siria.

Pese a esas evidencias, HRW reconoció que no puede determinar con exactitud si fueron las fuerzas sirias o rusas las responsables del uso de este tipo de bombas de racimo, hasta ahora inédito en el conflicto sirio.

"Es perturbador que se esté usando otro tipo de bombas de racimo en Siria, dado el daño que causarán a los civiles en los próximos años", señaló el subdirector de HRW para Oriente Medio, Nadim Houry.

El responsable humanitario añadió que ni Siria ni Rusia deberían utilizar este tipo de armamento y además "deberían unirse sin retraso a la prohibición internacional" al respecto que han firmado muchos países.

El bombardeo al que se refiere HRW tuvo lugar en la localidad de Kafr Halab, en el suroeste de la provincia septentrional de Alepo.

Ese ataque coincide con la publicación de vídeos y fotografías que demuestran, según la organización, el uso de bombas aéreas y terrestres en las provincias de Alepo, Idleb (norte) y Hama (centro), desde que Rusia comenzó su ofensiva en Siria el pasado 30 de septiembre.

En la nota, la organización internacional señaló que ha documentado el uso de bombas de racimo en la guerra de Siria en 2012.

Desde entonces y hasta finales de 2014, este tipo de armamento ha sido el responsable de la muerte de 1.968 personas, la mayoría de ellas civiles, según detalló el pasado septiembre un informe anual de la Coalición sobre Bombas de Racimo, añadió HRW.

Un total de 98 países han firmado la Convención sobre Bombas de Racimo, que data de 2008 y prohíbe el uso, la producción, la transferencia y el almacenaje de cualquier tipo de munición de racimo, y requiere la eliminación de los restos de este tipo de armas en 10 años, así como la asistencia a las víctimas.

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