La entrevista del actor estadounidense Sean Penn con el narcotraficante Joaquín "el Chapo" Guzmán, publicada este domingo por la revista Rolling Stone, contribuyó a dar con su paradero, confirmó a Efe una fuente de la fiscalía general.
La fuente explicó que a esa reunión, celebrada el 2 octubre pasado en una zona selvática de México, se refería la fiscal general, Arely Gómez, la noche del viernes cuando dijo que una de las razones que permitieron la captura fue haber conocido su intención de realizar una cinta autobiográfica.
Los contactos con actores y productores permitieron abrir una nueva línea de investigación para encontrar al líder del cártel de Sinaloa, dijo sin agregar más detalles.
En la nota titulada "El Chapo speaks" (El Chapo habla), la revista relata "la visita secreta al hombre más buscado en el mundo", en la que también participó la actriz mexicana Kate del Castillo.
Aunque las partes habían acordado que tras la primera conversación en la selva siguiera una entrevista formal ocho días después, ese segundo encuentro nunca tuvo lugar.
Sin embargo, "El Chapo" le envió a Penn una grabación de vídeo con las respuestas a las preguntas que el actor le había mandado.
El encuentro tenía como propósito hacer sólo la entrevista para Rolling Stone, pero Penn se hace eco de que Guzmán había expresado interés en que se hiciera una película sobre su vida.
Varios días después la zona fue objeto de una intensa búsqueda por parte de las autoridades mexicanas, lo que, según el actor, impidió el segundo encuentro formal y enfrió los contactos con los intermediarios.
El 16 de octubre pasado el Gobierno de México informó de que el narcotraficante había resultado herido unos días antes al realizar una huida precipitada por una cañada en la zona del noroeste de México conocida como el Triángulo Dorado.
En esa ocasión Guzmán fue avistado desde un helicóptero, pero no fue abatido porque iba acompañado de dos mujeres y una niña, dijo la fiscal la noche del viernes en la presentación del capo ante los medios de comunicación tras su captura en la localidad de Los Mochis, en el estado de Sinaloa.
Guzmán fue recluido en el penal del Altiplano, en el central Estado de México, el mismo del que se fugó hace seis meses a través de un túnel de 1,5 kilómetros.
En 2001 el líder del cártel de Sinaloa ya había protagonizado otra fuga de una prisión de máxima seguridad en el occidental estado de Jalisco, pero en aquella ocasión utilizó un carrito de lavandería.