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Trump y Clinton marchan con paso firme hacia la candidatura a la Casa Blanca

El magnate inmobiliario, repudiado por la dirección de su partido por su discurso xenófobo, ultranacionalista y provocador, se impuso ayer en cuatro de los cinco estado en liza: Misuri, Florida, Illinois y Carolina del Norte

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  • Candidatos -

Tras sus victorias en las elecciones primarias del martes, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton marchan hacia las candidaturas de sus respectivos partidos a la Presidencia de Estados Unidos con paso firme, pero a un ritmo muy diferente.

El magnate inmobiliario, repudiado por la dirección de su partido por su discurso xenófobo, ultranacionalista y provocador, se impuso ayer en cuatro de los cinco estado en liza: Misuri, Florida, Illinois y Carolina del Norte.

La única decepción de la jornada para el empresario fue la derrota en Ohio, donde venció el gobernador de ese estado, John Kasich, si bien las encuestas ya dejaban entrever ese resultado.

Trump acumula 661 delegados desde que comenzó el proceso de elecciones primarias y caucus (asambleas populares) el pasado 1 de febrero, algo más de la mitad de los 1.237 necesarios para alcanzar la candidatura presidencial.

Muy a la zaga van el senador por Texas Ted Cruz y Kasich, sus dos únicos adversarios tras la retirada del senador Marco Rubio por el batacazo electoral de ayer en su estado de Florida, quienes cuentan con 406 y 142 delegados, respectivamente.

El magnate sueña con ser aclamado como candidato a la Presidencia en la Convención Nacional del Partido Republicano que se celebrará el próximo julio en Cleveland, en el estado de Ohio, donde los delegados deben designar al aspirante a las elecciones presidenciales de noviembre.

Alrededor de un 60 por ciento de los 2.472 delegados republicanos en liza se han asignado en las votaciones desarrolladas hasta la fecha, de los que Trump se adjudicado en torno al 47 por ciento.

Pero como bien recuerda hoy el diario especializado "The Hill", el multimillonario tendrá que "mejorar su ritmo" a fin de alcanzar los 1.237 delegados que hace falta para evitar una Convención Nacional disputada, es decir, sin un candidato presidencial claro.

Esa circunstancia, que no se ha producido desde 1976 y que persigue con ahínco el aparato del Partido Republicano para desbancar a Trump, daría a los delegados libertad de voto y podría abrir las puertas a un candidato que no haya participado en las primarias.

Muy consciente de esa situación, el magnate neoyorquino advirtió hoy de que habrá "disturbios" si llega a la Convención Nacional con ventaja en el número de delegados, pero el partido decide cuestionar su liderazgo en las elecciones primarias.

"Creo que ganaremos antes de llegar a la Convención, pero puedo decirle, que si no lo hacemos y nos quedamos a 20 votos o 100 (del umbral) no creo que puedas decir que no conseguimos la designación automáticamente. Creo que habría disturbios", dijo Trump.

"No los encabezaré (los disturbios), pero creo que podrían ocurrir cosas desagradables", agregó el multimillonario en una entrevista en la cadena de televisión CNN, en una amenaza indirecta al aparato del Partido Republicano, que ha condenado repetidamente su retórica violenta.

En un tono más moderado, el empresario, que recibió hoy el apoyo del gobernador de Florida, Rick Scott, a su candidatura, instó al sector tradicional del partido a abrazar el "tremendo fervor" que suscita su campaña entre los votantes.

Sin embargo, un miembro de la Comisión de Reglas del Comité Nacional Republicano, Curly Haugland, recordó hoy al magnate que "los partidos políticos eligen a sus designados, no el público en general".

Más sosegada se presenta la contienda demócrata, donde Hillary Clinton asestó este martes un contundente revés a su contrincante, el senador que se define como socialista democrático Bernie Sanders, a quien venció en los cinco estados que acudieron a las urnas.

La ex secretaria de Estado, preferida del aparato de su partido para optar a la Casa Blanca, ha recabado ya 1.132 delegados de los 2.383 necesarios para conseguir la candidatura as la Presidencia, frente a los 844 de Sanders, que propugna una "revolución" política.

Además, la ex primera dama cuenta con el respaldo de 467 "superdelegados" (cargos electos que tienen libertad de voto en la Convención Nacional Demócrata de julio en Filadelfia), en tanto que el senador sólo ha recibido el apoyo de 26.

Salvo sorpresa mayúscula o un imprevisto inimaginable, Clinton lleva camino de convertirse en la primera mujer en la historia de Estados Unidos en alzarse con la candidatura presidencial de un gran partido.

Por el discurso triunfal que pronunció este martes en Florida, en el que apenas mencionó a Sanders, la ex secretaria de Estado parece tener ya la vista puesta en los comicios presidenciales del 8 de noviembre y en un eventual duelo con Donald Trump.

"Nuestro comandante en jefe tiene que ser capaz de defender nuestro país, no de avergonzarlo. No podemos perder lo que hizo grande a América (EEUU)", afirmó Clinton, en alusión al lema electoral con el que Trump promete "hacer grande de nuevo" al país.

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