El organismo francés de Investigación de Accidentes Aéreos (BEA) afirmó hoy que la señal detectada por un navío francés que participa en las labores de búsqueda del avión de Egyptair siniestrado en el Mediterráneo pertenece casi con total seguridad a una de las dos cajas negras del aparato.
La señal, según indicó el director de esa organización, Rémi Jouty, fue percibida por equipos de la empresa Alseamar desplegados sobre el buque de la Marina nacional gala "Laplace".
Su detección fue posible "a partir del análisis de los datos de radar disponibles y de la señal de socorro de la caja, que han permitido definir una zona de búsqueda prioritaria", agregó el directivo, que destacó la "estrecha colaboración" mantenida con las autoridades egipcias.
Horas antes, el Ministerio egipcio de Aviación Civil había informado de que los equipos que trabajan en el Mediterráneo para encontrar los restos del avión siniestrado habían recibido señales que podrían conducir al hallazgo de una de las cajas.
El Airbus A320 de la compañía aérea Egyptair se estrelló en el Mediterráneo el pasado 19 de mayo con 66 personas a bordo, entre pasajeros, personal de seguridad y miembros de la tripulación, en un suceso cuyas causas aún no han sido aclaradas.
"La detección de la señal es una primera etapa", apuntó el representante del BEA.
Una vez ubicadas, según detallaron las autoridades egipcias, la recuperación de las cajas correrá a cargo del navío "John Lethbridge" de la empresa Deep Ocean Search (DOS), que se unirá a las labores de búsqueda "dentro de una semana".
El avión, que cubría la línea París-El Cairo, desapareció del radar a las 02.45 hora local (00.45 GMT), tras penetrar en el espacio aéreo egipcio poco más de un kilómetro.
El BEA, asociado a las pesquisas porque el avión se ensambló en Francia y partió del aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle, confirmó el pasado 21 de mayo que "los sensores del aparato emitieron mensajes que indicaban que había humo en la cabina poco antes de que se interrumpieran las comunicaciones".
Los equipos de rescate localizaron los primeros fragmentos del aparato en el mar Mediterráneo, a unas 200 millas al sureste de la isla griega de Creta, pero todavía no se ha podido determinar si se produjo una explosión a bordo.