El Departamento de Policía de Dallas (EEUU) confirmó hoy que "ningún sospechoso" ha sido hallado en el garaje del aparcamiento de su sede, poco después de informar de que buscaba a una "persona sospechosa" que accedió a ese lugar.
"Los agentes han completado la búsqueda manual del garaje. Ningún sospechoso encontrado", afirmó la Policía en su cuenta oficial de la red social Twitter, al precisar que se efectuará un segundo registro como "medida de precaución".
Previamente, el Departamento de Policía había indicado que "los agentes están registrando el garaje del aparcamiento por una persona sospechosa" y "efectuando una búsqueda sistemática".
Asimismo, la Policía negó informaciones divulgadas por algunos medios locales de comunicación sobre "disparos efectuados contra la sede de la Policía".
"No se dispararon tiros. Las SWAT (fuerzas especiales) estallaron un artefacto para penetrar una verja cerrada", aclararon las fuerzas del orden de la ciudad tejana.
La seguridad del Departamento de Policía se reforzó hoy con fuerzas especiales por una amenaza, después de que cinco agentes murieran el pasado jueves tiroteados durante una manifestación en el centro de Dallas.
"El Departamento de Policía de Dallas recibió una amenaza anónima contra las fuerzas del orden en la ciudad y ha tomado medidas de precaución para reforzar la seguridad", afirmó la Policía en un comunicado.
Efectivos de las fuerzas especiales de policía SWAT se desplegaron en el edificio, adonde llegaron en varios furgones blindados, según las imágenes emitidas por las televisiones locales de la ciudad tejana.
Las puertas de la comisaría, ante la que se congregaron hoy ciudadanos para ofrecer su apoyo a la Policía tras la masacre del jueves, se cerraron y agentes tomaron posiciones en el interior, informó el diario local "Dallas Morning News".
Según la televisión local WFAA (afiliada de la cadena ABC), la comisaría decretó el cierre debido a una amenaza "tomada en serio".
De acuerdo con WFAA, un grupo armado de la ciudad tejana de Houston supuestamente amenazó con viajar a Dallas para provocar daños, si bien ese extremo no ha sido, de momento, confirmado oficialmente.
Las medidas se tomaron en torno a las 16:00 hora local (21:00 GMT), precisó WFAA, que citó fuentes policiales.
Numerosos ciudadanos -según puso constatar Efe- habían acudido ante la puerta principal de la comisaría, donde se ha improvisado un monumento en homenaje a los agentes muertos durante el ataque del jueves, a fin de rendir tributo a los fallecidos.
Pese al despliegue de las fuerzas especiales, la Policía no ordenó a esos ciudadanos abandonar el lugar, donde siguieron ofreciendo sus respetos y donde varios medios de comunicación tienen instaladas carpas para retransmisiones en directo.
El aparcamiento donde se efectuó la búsqueda se encuentra a la espalda del edificio, zona que sí desalojaron los agentes.
La comisaría intensificó la seguridad dos días después del tiroteo que el jueves acabó con la vida de cinco agentes en el histórico centro de la ciudad tejana, donde continúa la investigación de la masacre.
La matanza, que también causó nueve heridos (siete policías y dos civiles), acabó con la paz en la que discurría una manifestación de cientos de personas que denunciaban la reciente violencia de las fuerzas del orden contra ciudadanos negros en el país.
El ataque fue obra supuestamente de un francotirador que disparó contra los agentes, identificado como Micah Xavier Johnson, de 25 años, afroamericano, veterano de la guerra de Afganistán y muerto en un enfrentamiento con la Policía.
Según los negociadores que intentaron mediar con el francotirador, Johnson expresó su malestar con las muertes esta semana de dos negros a manos de las fuerzas de seguridad, captadas por teléfonos celulares, en Luisiana y Minesota.
El tirador pretendía, de hecho, matar a personas blancas, especialmente, agentes blancos", según el jefe de la Policía de Dallas, David Brown.
Se trata del peor ataque contra las fuerzas del orden en Estados Unidos desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
