Los surcoreanos votan hoy para elegir presidente seis meses después del estallido del escándalo de corrupción de la "Rasputina", que ha sacudido políticamente al país durante medio año y deparado el cese y encarcelamiento de la expresidenta.
La Comisión Nacional Electoral (NEC) prevé que la participación pueda superar el 80 por ciento en unos comicios presidenciales por primera vez desde 1997, un dato que podría venir motivado por la indignación que el caso "Rasputina" ha generado en la opinión pública surcoreana.
A las 13.00 hora local (4.00 GMT) un 55,4 por ciento del electorado había depositado ya su voto, según la NEC, superando en 8,1 puntos porcentuales el dato que las presidenciales de hace 20 años reflejaban a esa misma hora.
Otro reflejo de la alta participación es que más de una cuarta parte de los 42,4 millones de surcoreanos llamados a votar ya depositó su sufragio en los dos días de votación anticipada que se celebraron los pasados jueves y viernes.
El caso "Rasputina" ha supuesto el adelanto electoral tras forzar la destitución de la expresidenta conservadora Park Geun-hye el 10 de marzo debido a su rol en esta trama que ha escandalizado al país.
Park, en prisión preventiva desde marzo y que encara una posible pena de cadena perpetua, está acusada de crear una red con su amiga Choi Soon-sil, conocida como la "Rasputina" por su influencia sobre la expresidenta, que extorsionó millones de dólares a empresas surcoreanas.
"Estoy enfadado (a raíz del caso de corrupción). No queda otra que votar", cuenta a Efe Lee Jung-won, de 51 años, tras salir acompañado de su mujer de un centro de votación (uno de los 13.964 que hay repartidos por el país) del distrito de Yongsan, en Seúl, donde decenas de vecinos hacen cola para depositar su voto.
Cerca de ahí, soldados de EE.UU. pertenecientes a uno de los mayores acuartelamientos del país salen por grupos a por el almuerzo, un recordatorio de que Corea del Sur está aún técnicamente en guerra con su vecino del Norte desde que el conflicto que los enfrentó a ambos terminó con un alto el fuego hace 64 años.
Después de los meses de tensión que se han vivido en la península coreana, Corea del Norte ha logrado captar parte de atención en una campaña que inicialmente iba a girar casi exclusivamente en torno a la lucha contra la corrupción.
"Es un tema preocupante y el que gane (las elecciones) va a tener que encargarse de ello", dice Lee, que opta por mantener en secreto su voto.
Las elecciones llegan en un momento de especial crispación en la región debido a los insistentes ensayos armamentísticos del régimen de Pyongyang y a la dialéctica endurecida de Washington tras la llegada de Donald Trump, cuya administración ha insinuado la posibilidad de realizar un ataque preventivo sobre Corea del Norte.
Se cree que el favorito en estas elecciones, el liberal Moon Jae-in, podría facilitar un acercamiento con el Norte tras la década de Gobiernos conservadores en Seúl que ha empeorado enormemente las relaciones con Pyongyang y a su vez ayudar a sosegar la retórica estadounidense.