El caso del granadino Juan Manuel Santiago Villena declarado “no apto” para ser Guardia Civil por tener diabetes tipo 1 ha puesto de manifiesto que la lucha contra esta enfermedad mantiene aún abiertos muchos frentes pese a que éste, concretamente, se había dado por cerrado hace dos años. El Consejo de Ministros decidió modificar las causas médicas de exclusión en las pruebas de acceso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La diabetes, que padece el 15,3% de la población adulta andaluza, se eliminó como traba, tal y como se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a principios de 2019.
“Nunca antes nos habíamos sentido discriminados” y está dispuesta a llevar el caso a los tribunales, asegura Begoña Villena, madre de este talentoso deportista, apasionado jugador y árbitro de balonmano, y brillante estudiante, con un 13,58 en Selectividad, número 13 del más del millar de aspirantes a integrarse en la Benemérita.
La Federación de Asociaciones de Diabéticos de Andalucía Sant Vicent (FADA), en contacto con la estatal, sigue de cerca la evolución de este episodio. El presidente autonómico, Francisco Pérez Barroso,
lamenta que el Gobierno no cumpla con la normativa. “En los últimos años, no hemos tenido problemas con los exámenes en la Policía Local”, remarca. Y, de hecho,
se han dado pasos “de gigantes” para la mejora de la calidad de vida de los diabéticos en los últimos tiempos.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) incorporó en su cartera de servicios a mediados de 2018 el sistema Flash, que ha beneficiado a unos 3.500 niños de entre 4 y 18 años, evitándoles entre seis y ocho pinchazos diarios para medir la glucosa gracias a la implantación de un dispositivo debajo de la piel del brazo. E igualmente ha permitido que
los pacientes que ya portan bomba de insulina cuenten con un sistema bomba sensor que mide continuamente el nivel de glucosa, mejora el control de la glucemia y reduce las bajadas graves de azúcar. A final de año, dispondrán de este sistema de monitorización entre el 30 y el 40% de los adultos que lo precisan.
Pero, efectivamente, aún queda un largo camino que recorrer para que los afectados no se sientan desatendidos y eviten los graves problemas derivados de la dolencia como la ceguera.
“Cada año se producen en Andalucía en torno a 1.500 amputaciones” por la enfermedad, advierte Pérez Barroso. Entre las reivindicaciones perentorias, incluye que los centros de salud de atención primaria vuelva a incorporar la figura del referente en diabetes, para dar a los pacientes información y educación, y la incorporación de enfermeras en los colegios que cobra, actualmente, amenazados por el coronavirus, una especial relevancia.
Los afectados, no obstante, también piensan a largo plazo y plantean un objetivo más ambicioso. “Después de 100 años, con el descubrimiento de la insulina)
necesitamos encontrar ya la cura”, apunta Urbano Fernández, director gerente de la Fundación Diabetes Cero. “Según nuestros científicos, la diabetes tipo 1 es una enfermedad curable, pero faltan los recursos necesarios”, añade.
La entidad que representa, nacida hace siete años y con 17 delegaciones en España, participa en la
financiación de tres proyectos de investigación con sello nacional. Uno de ellos, el dirigido por el doctor Benoit Gauthier, en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) en Sevilla, y en colaboración con JDRF, la organización mundial de referencia en este ámbito.
El sábado pasado, la entidad ha puesto en marcha
una nueva acción para recaudar fondos, Kilómetros por la Diabetes. Fernández explica que los participantes que adquieran un dorsal virtual podrán sumar kilómetros haciendo ejercicio de manera individual o grupal, con amigos o la familia, por medio de una aplicación conectada a pulsera de actividad, reloj gps o smartphone y vinculado a la cuenta de usuario de la plataforma kilometrosporladiabetes.saludydesafio.com. La idea, patrocinada también por la Asociación Diabetes Madrid, es cubrir 16 etapas y promover en un acto con las autoridades municipales un manifiesto reivindicativo y los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas.
En la provincia de Cádiz, habrá parada en Jerez el día 21 de septiembre, fecha estimada, y en Rota, cuatro días después.
“Queremos ser parte activa de nuestra propia curación”, explica el director gerente de Diabetes Cero. “Este tipo de eventos nos permiten conseguir recursos e invertirlos en investigación biomédica, primera fase de la investigación donde las empresas farmacéuticas no invierte y donde no existe un aporte específico desde los Presupuestos Generales del Estado porque la diabetes tipo 1 no es prioritaria”, lamenta. “Creemos en nuestros científicos, creemos en la cura y no nos rendiremos hasta encontrarla”, concluye.