La contagiosidad del coronavirus y la relajación de las medidas preventivas durante la quinta ola hace mella especialmente en las residencias de mayores, donde el Covid se ha cobrado ya 2.085 víctimas mortales en Andalucía, y las prisiones, en las que la población reclusa presenta, en su conjunto, una salud más deteriorada.
Según el último informe de la consejería de Salud y Familias sobre los centros residenciales, publicado el viernes en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), hay 96 casos confirmados entre los residentes, muy por debajo de los varios cientos registrados en las primeras semanas de la pandemia, pero se cuentan 112 trabajadores infectados, números similares a los consignados entre el 21 y el 30 de abril y del 15 al 24 de julio del año pasado.
El doctor Javier García Monlleó, presidente de la Sociedad Andaluza de Geriatría y Gerontología, rebaja la alarma porque, “gracias a la vacunación, no hay ingresos ni fallecidos”, pero pide “cautela y ojo avizor”. “Hay cuidadores que se han incorporado al trabajo y, por edad, no se habían vacunado todavía, también hay una minoría que ha rechazado la administración del fármaco y algún caso de infección pese a tener la pauta completa”, explica.
Para sortear males mayores, aconseja “evitar el contacto físico y restringir las visitas porque los familiares pueden portar el virus y contribuir a su expansión del coronavirus con sus entradas en los centros”.
Instituciones Penitenciarias, por su parte, ya ha tomado cartas en el asunto en este sentido, con la suspensión de las visitas de familiares, tras las denuncias sindicales. “Solo están permitidos los permisos, con cinco días de cuarentena en el caso de que el interno esté vacunado y de dos semanas si no está inmunizado”, explica José Luis Alcaraz, responsable de la sección sindical de Acaip en Botafuegos.
El centro, con el 90% de los reclusos y personal vacunados, reportó once infectados el lunes; este viernes, rondaba el medio centenar de enfermos, si revestir gravedad, matiza Alcaraz, quien, no obstante, expresa su preocupación por la deriva. “El virus sigue circulando”, advierte, pero "solo se han hecho test a quienes presentan síntomas".
En Puerto III también se han extremado las precauciones, después de que se contara una veintena de positivos durante la semana (19 reclusos y un funcionario) y se tuviera que confinar a otros 600 presos, la mitad del total que hay en las instalaciones, según informó CSIF en un comunicado.