Un 28% de los nuevos expedientes del CIM lo son por violencia machista

La responsable del departamento jurídico del Centro de Información a la Mujer, Inmaculada Muñoz, ha dado a conocer los datos relativos a violencia de género registrados en Puente Genil durante 2019, una estadística que a diferencia de años anteriores oscila a la baja, pero que deja como titular el ligero incremento de las órdenes de protección. En total, durante este año se han abierto 39 nuevos expedientes, de los que un 28% lo son por casos de violencia de género (un 7% menos que el año pasado), mientras que el resto versan sobre divorcios, guarda y custodia de menores, régimen de visitas e impago de pensiones, principalmente. Actualmente, son once las mujeres residentes en Puente Genil que tienen órdenes de protección, una cifra que sube respecto a las nueve contabilizadas el año pasado. También es llamativa la cifra de mujeres, un total de 13, a las que este año se les ha asignado un dispositivo de teleasistencia móvil. Por el contrario, ha descendido el número de mujeres que residen en casas de acogida, que ha pasado de seis a solo dos. Asimismo, se han tramitado 24 solicitudes de renta activa de inserción y cinco del fondo de garantía del pago de alimentos, y se ha trabajado en el ámbito de la atención psicológica, derivándose casos al departamento de Orientación Laboral. En este aspecto, Muñoz ha destacado los buenos resultados del servicio de atención psicológica individual y grupal, y ha valorado especialmente el trabajo que se viene realizando con los hijos de las víctimas, un total de cuatro menores con edades comprendidas entre los 0 y 4 años. “Precisamente, esta buena sintonía permitirá próximamente la puesta en marcha de un nuevo grupo de trabajo dirigido a menores con edades entre los 6 y 17 años”. Para la asesora jurídica del CIM, no existe un perfil definido de víctima de la violencia de género, “ya que afecta a mujeres jóvenes y mujeres mayores, de diferentes estratos y condiciones sociales”, si bien “en el último año se han observado dos franjas de edad llamativas, una que oscila entre los 25 y 35 años, “donde se ejerce una violencia de menos tiempo y eso hace que las mujeres reaccionen antes, y una segunda entre los 30 y los 50 años, en la que las mujeres finalmente se deciden a dar el paso de dar a conocer su situación”. “Obviamente no podemos negar que los datos que tenemos son preocupantes, pero valoramos el hecho de que las mujeres que pasan por estas situaciones son cada vez más conscientes de la necesidad de denunciar”, afirmó Muñoz. Por otra parte, sigue inquietando el incremento de las actitudes violentas, que comienzan en las redes sociales, con el acoso a través de whatsapp, o actitudes de control horario hacia la pareja, y que incluso derivan en agresiones de tipo sexual. Precisamente, al hilo de este tipo en conductas que sufren muchas mujeres jóvenes, Inmaculada Muñoz recordó que “tenemos que seguir incidiendo en la educación y en trasladar un mensaje de igualdad entre hombres y mujeres”. “Este año hemos visto una gran movilización social por parte de las mujeres, el mensaje del movimiento feminista está calando y eso también está empezando a dar sus frutos, ya que el hecho de que la mujer esté tomando las riendas de cambios a nivel social también es algo que tiene su impacto en la juventud en forma de concienciación”, explicó. Pese a ello, Muñoz señaló que todavía queda mucho por hacer, sobre todo en temas como por ejemplo el “acoso callejero”, una conducta “socialmente tolerada pero que constituye una agresión a la libertad”. “Hay muchas chicas que no son plenamente conscientes de la violencia que se está ejerciendo sobre ellas, y es ahí donde tenemos que seguir trabajando”, indicó