Delibes, profesor de investigación de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y destacado divulgador ambiental, lamentó que la crisis actual esté siendo una “oportunidad perdida” para reflexionar sobre nuevos modelos económicos más sostenibles.
“La crisis tendría que haber servido para darnos cuenta de que podemos vivir con menos cosas y buscar un sistema que no requiriera consumir lo que no necesitamos”, apostilló.
En su opinión, la reacción ante la recesión ha evidenciado que muchos aspectos ambientales “no estaban tan consolidados” como se creía y devaluó la protección ambiental a “algo parecido a un lujo que te puedes permitir cuando todo va bien, pero que cuando las cosas van mal es donde se puede recortar”.
Este estudioso del lince ibérico se confesó consternado por que la única salida que se plantee a la crisis “consista en consumir más porque pone de manifiesto, de una forma casi insultante, muy cruda, que este sistema nos hace consumir lo que no necesitamos”.
Frente al mensaje dominante de “no compres lo que necesites sino consume aunque no lo necesites” para que el sistema no se desplome, Delibes contrapuso la evidencia científica de que “somos demasiados, consumimos demasiado y no hay recursos ni capacidad de depuración en la Tierra para tantas personas y para tantos seres vivos”.
“La invitación a consumir más recursos, aunque no hagan falta, es realmente una invitación a destruir más naturaleza”, aseveró.
La marginación de la política medioambiental se evidenció en España, según Delibes, con el cese de la ministra Cristina Narbona, “porque era demasiado ambientalista” y ahora se constata con ejemplos como que la derrota electoral de Obama arrincone la lucha contra el cambio climático o que apenas se hable de la cumbre mundial sobre la biodiversidad de Cancún (México).
