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Punta Umbría

Roland Emmerich lleva al cine la profecía maya ?2012? con John Cusack

Una profecía maya augura que el 22 de diciembre de 2012 el mundo, tal y como lo conocemos, llegará a su fin, y el cineasta alemán Roland Emmerich, experto en películas catastróficas como El día de mañana e Independence day, se lo toma al pie de la letra en 2012, que se estrena esta semana.

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  • Los actores Amanda Peet (i), Chiwetel Ejiofor (2i) y John Cusack (d), junto al director de ?2012?, Roland Emmerich. -
Una profecía maya augura que el 22 de diciembre de 2012 el mundo, tal y como lo conocemos, llegará a su fin, y el cineasta alemán Roland Emmerich, experto en películas catastróficas como El día de mañana e Independence day, se lo toma al pie de la letra en 2012, que se estrena esta semana.

Para muchos estudiosos habrá un desastre natural o una guerra mundial devastadora, otros advierten de visitas extraterrestres o fenómenos cósmicos impredecibles, lo que está claro es que casi todos los expertos en profecías sitúan el 2012 como la fecha final de un ciclo y un nuevo despertar de la humanidad.

Pero, ¿quiénes se salvarán de ese cataclismo?, pues Roland Emmerich lo cuenta en su 2012 con todo lujo de detalles y efectos especiales capaces de conseguir que de golpe y plumazo desaparezca todo el estado de California en Estados Unidos, con su gobernador Arnold Schwarzenegger incluido, o que una ola gigante sepulte la cordillera del Himalaya.

El cineasta alemán tuvo la idea de sacar adelante esta película, según ha confesado durante una breve visita a España, tras leer el libro Las huellas de Dios, de Greg Iles, y pensó en contar “una historia sobre un diluvio universal contemporáneo con una especie de Noe al frente de la nave de rescate”. Además, le apeteció continuar la línea de su éxito El día de mañana y “darle un toque de Armageddon”.

Roland Emmerich, que no ha dudado en confesar que su gran inspiración a la hora de rodar este largometraje ha sido Encuentros en la tercera fase, de Spielberg, ha asegurado que le gusta “hacer este tipo de películas taquilleras”, porque es “fan del género”. Eso sí, la próxima “será pequeña” y se llamará Anonymous, sobre la vida de Shakespeare y con actores británicos.

El creador de cintas como 10.000, Soldado universal o El patriota cree que “todos, como raza humana, estamos fascinados con nuestro propio fin, porque toca la esencia de lo que somos, además eso nos obliga a plantearnos interrogantes de sí pasa algo así de imprevisible, a quién salvar, cómo, quién lo decidirá”.

A la hora de salvar, si la profecía se cumpliese, él se “pensaría lo de rescatar a Obama, preferiría salvar a Meryl Streep y Marlon Brando, y, por supuesto, el ordenador, y la película Laurence de Arabia”.

ARGUMENTO

En 2012, John Cusack es un hombre normal y corriente al que la vida no le va muy bien, pero que los acontecimientos le terminan convirtiendo en héroe. “Aunque ya no tengo 20 años, estoy en forma y me ha gustado esto de estar con el agua al cuello y conducir por las calles evitando que un puente se te caiga encima.

Está bien eso de ser una especie de John Wayne a la antigua usanza”, ha explicado el actor, que acompañaba a Emmerich en su visita a España.

Para Cusack, que encabeza un reparto formado por Chiwetel Ejiofor, Amanda Peet, Thomas McCarthy, Danny Glover, Thandie Newton, Oliver Platt y Woody Harrelson, “puede parecer complicado rodar una película de este tipo, en la que lo que ve el espectador, el actor se lo tiene que imaginar, pero todo resulta sencillo cuando quien dirige tiene todas esas imágenes en la cabeza”.

Y es que cuando Emmerich escribe un guión, según él mismo explica, siempre se imagina “cómo va a ser la película”, porque tiene “un sentido visual muy fuerte”, reconoce.

John Cusack, que acaba de terminar el rodaje de Hot tub time machine, The Factory y Shanghai, y ha protagonizado películas como Alta fidelidad, La delgada línea roja o Medianoche en el jardín del bien y del mal, no tiene muy claro cuál es su actual “hueco en Hollywood”, pero cree que en la industria “hay espacio para todo el mundo”.

Y puestos a hablar de Hollywood, Emmerich opina que la meca del cine, “desde su nacimiento, ha tenido la necesitad de dejarse influir por Europa y por otros muchos otros países para poder sobrevivir, y eso continúa siendo así”.

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