aquellos momentos
Los alcaldes por entonces de ambas ciudades, Juan Pizarro y Javier Calvente, vivieron días de tensión e incertidumbre en París.
En los primeros momentos la declaración de Ubeda y Baeza corrió serio peligro por una férrea oposición de Líbano y Reino Unido, que no respaldaban la candidatura jiennense, según comentaron fuentes de la delegación española.
Por el contrario, el apoyo total de Portugal y de todos los países latinoamericanos participantes en la sesión --con especial mención a la defensa "extraordinaria" que México hizo de Ubeda y Baeza--, unido a la intensa labor diplomática de la delegación española, equilibraron las posiciones iniciales. La candidatura de Ubeda y Baeza a Patrimonio de la Humanidad, aprobada en el año 2003 por la Unesco, se presentó por primera vez en 1989, pero este organismo internacional rechazó la propuesta por considerar que no estaba suficientemente justificado. Desde entonces pasaron 14 años en los que se trabajó intensamente desde las diferentes administraciones, local, central y autonómica, hasta lograr la declaración en París. Ya en la década de los noventa, ambas ciudades reciben el apoyo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. En 1993, los alcaldes, el presidente de la Diputación Provincial y el consejero de Cultura se reúnen en París con el entonces director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza. Las conclusiones de la reunión no son halagüeñas, dado que es difícil replantear una propuesta que ya ha sido rechazada.
Pero las autoridades de las ciudades hermanas no se rinden y en 1994 comienzan a establecerse algunos contactos para relanzar la candidatura. De esta manera se realizan unos estudios previos entre los que destacan el Inventario de Recursos de la Loma, elaborado con la colaboración de los Módulos de Promoción y Desarrollo de las Escuelas Taller de Úbeda y Baeza, con la intención de presentar con prontitud la candidatura de estas ciudades ante la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Así se establece la visita de Françoise Descamps, arquitecta belga que evaluará las posibilidades reales y emitirá un informe previo para que el Comité del Patrimonio Mundial considere si puede hacerse una nueva propuesta. Mas no es hasta el año siguiente, 1995, cuando se hace efectiva la visita técnica de Descamps. Bajo la dirección de ésta, se realizan una serie de trabajos sobre las características tipomorfológicas de unas áreas de estudio seleccionadas, así como la elaboración de notas históricas comunes a Úbeda y Baeza.
Así comienza un largo camino hacia la confección de la nueva propuesta. En 1996, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía inicia una serie de contactos con el Gobierno central para priorizar la candidatura. Compromiso que se hace realidad.
presentación a la unesco
En 1997, el Gobierno Central cumple su compromiso e incluye la candidatura de Úbeda y Baeza en la lista indicativa que el Estado abre periódicamente (cada diez años, aproximadamente) en la que estarán aquellas propuestas que en ese periodo se presentarán al Consejo de Patrimonio Histórico para ser estudiadas.
Tras varios años de trabajo, en mayo de 1999 se presenta el documento donde se desarrolla desde la justificación de la candidatura hasta el plan de intervención previsto en ambas ciudades para su conservación y el uso de sus centros históricos como modelos de desarrollo social, cultural, económico y humano.
El título de la candidatura era: “Úbeda y Baeza: enclave humanista del Renacimiento español”. Una vez admitido el proyecto por el Consejo Estatal de Patrimonio Histórico, el próximo paso sería presentar ante la UNESCO la propuesta de declaración de Úbeda y Baeza, junto al yacimiento arqueológico de Atapuerca, la muralla romana de Lugo y el románico Vall del Boí, además de las propuestas que en años anteriores habían sido retenidas: el palmeral de Elche y la ciudad iberorromana de Tarraco.
el año definitivo
El año 2000 será definitivo para la declaración de las ciudades hermanas como Patrimonio Mundial. A principios de febrero, Úbeda y Baeza pasan su primer examen. Las ciudades son visitadas por un arquitecto francés, designado por ICOMOS (Internacional Council of Monument and Sites), el cual debe elaborar un informe sobre la candidatura.
A mediados del 2000 se celebra la reunión para informar sobre la candidatura al Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO. En noviembre se reúne en Australia dicho comité, pero en la preparatoria de la Asamblea se decide a última hora retirar la candidatura, ante serias dudas de su aprobación.
La retención de la candidatura fue una estrategia bien definida que observó mejores oportunidades con una mayor implicación de todos los sectores, Así que la propuesta cambia su nombre y contenido para convertirse en “Úbeda y Baeza: paisaje cultural evolutivo”.
En diciembre del 2000 el Consejo de Patrimonio Histórico, en el que están representadas todas las comunidades autónomas españolas decide que en la reunión del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, a celebrar en diciembre de 2001, sólo se presentarán las candidaturas de Úbeda-Baeza y Aranjuez. Al final Úbeda y Baeza quedan como candidatura única.
pasos finales
En julio del 2002, ambas ciudades reciben la visita de un nuevo evaluador de la UNESCO, que realiza un nuevo informe basándose en las nuevas aportaciones que se han incluido en el expediente.
El hecho de que se celebre en España en noviembre del 2002 la Asamblea General Mundial y el simposio Internacional de ICOMOS, posibilita la visita de 150 miembros de este organismo a Úbeda y Baeza, lo que les hace conocer in situ las zonas propuestas para la declaración. En el 2003 la candidatura de Úbeda-Baeza es presentada oficialmente a la UNESCO. El 3 de julio el comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO declara oficialmente la candidatura de Úbeda comonueva ciudad Patrimonio de la Humanidad.
