Con motivo del “Día Mundial Sin Tabaco” que se conmemora hoy el 31 de mayo, la Asociación Local de Ayuda al Toxicómano ALAT y una técnico del I plan Municipal sobre Drogas y Adicciones de la Delegación de Servicios Sociales, que dirige la concejal Lourdes Couñago, han estado en esta mañana en la calle charco al frente de una mesa informativa.
El objetivo de esta actividad pasa por concienciar a los fumadores de los efectos nocivos para la salud de este hábito y ofrecer información sobre este tema a los ciudadanos en general.
El teniente de alcalde delegado de Participación Ciudadana, Antonio Franco, ha visitado esta mesa informativa, desde la que se han repartido folletos y pegatinas, haciendo hincapié en los riesgos sanitarios asociados al consumo de tabaco, y abogando por políticas eficaces que contribuyan a reducir dicho consumo, este año el lema de su campaña es “El tabaco, una amenaza para el desarrollo”.
Con ocasión de este día, la OMS quiere poner de relieve la relación entre el consumo de productos de tabaco, la lucha antitabáquica y el desarrollo sostenible.
Tal y como indican desde ALAT, los estudios sobre el tabaquismo indican que el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública, ya que mata cada año a casi 6 millones de personas, y se prevé que para 2030 aumente a 8 millones.
El consumo de tabaco obliga a aumentar el gasto sanitario y produce una reducción de la productividad, generando costos sustanciales para la economía de los países. Además el consumo de tabaco agrava las desigualdades sanitarias y la pobreza, ya que las personas más pobres dedican menos recursos a necesidades básicas como la alimentación, la educación y la atención sanitaria.
Cerca del 80% de las muertes prematuras causadas por el consumo de tabaco se registran en países de ingresos bajos y medianos, que tienen más dificultades para alcanzar los objetivos de desarrollo.
Además en el cultivo de tabaco se utilizan grandes cantidades de plaguicidas y fertilizantes que pueden ser tóxicos y contaminar fuentes de suministro de agua. Cada año, estos cultivos utilizan 4,3 millones de hectáreas de tierra y causan entre un 2% y un 4% de desforestación del planeta.