El abogado sevillano Joaquín Moeckel Gil, antiguo hermano mayor de la hermandad del Baratillo, intervino anoche en el ciclo de formación del Consejo de Hermandades y Cofradías, deleitando al público a pesar de llegar con más de media hora de retraso provocado por la lluvia en la carretera.
Moeckel deleitó al público durante una hora, atendiendo también a las cuestiones del público asistente. "Hay que hacer lo que nosotros estimemos conveniente y dentro de una lógica", manifestó. Pero sobre todo pidió más formación y una adaptación de las hermandades a la sociedad actual.
"Si no tenemos formación, cómo vamos a discernir nada. Nos dirán desde arriba. Hay que estar formados. Por eso el puesto de diputado o diputada mayor de formación, debe ser más importante que el de mayordomo o el de prioste. En el momento que primamos más al secretario, al mayordomo o al prioste que al diputado de formación vamos mal, porque no nos interesa la formación para nada", dijo.
Para demostrar la importancia del conocimiento y la formación, Moeckel expuso el ejemplo de la reacción de un sacerdote cuando fue a predicar a su cofradía del Baratillo, al recibir una casulla de guitarra. “Uy, que antigua”, manifestó el sacerdote. Padre, debe ustede saber que esta casulla es barroca y la que usted quiere ponerse es un poncho, es gótico, y el gótico es más antiguo que el barroco, osea que el antiguo es usted”.
Joaquín Moeckel cuestionó el "por qué este tipo de Deja vu y retro y nadie se queja en la moda. Ahora sí es una casulla, esto es muy viejo, por qué tenemos ese complejo. La gente compra cosas antiguas. Por tanto vamos a ser unos garantes de los heredado, que no se quede en las formas, sino en el fondo".
Animó a mirar del canasto arriba, para ver el misterio y criticó que haya jóvenes que sepan las marchas hasta los componentes de las bandas y no identifiquen el misterio que representa su hermandad. "La formacion es fundamental. Una formación que no está en absoluto reñido con el renovar conservando, lo que es realmente el espíritu del Concilio, renovar conservando, no renovar quitando".
Moeckel sentenció que "Las hermandades sin Dios serían como las fallas. Una serie de paseos con unas esculturas o imágenes a ver cual es más bonito".
"Dios tiene que estar entre nosotros y debe ser veicular para ser cofrade. No me siento de segunda y le voy a discutir lo que usted quiera, pero si no sabemos, nos tendrán como gente de segunda", declaró.
Joaquín Moeckel apeló al orgullo del cofrade y a no tener complejos de mantener "una tradición, de dorar pasos, de bordar mantos, etc. importantísimo desde el punto de vista cultural y estarán manteniendo muchos puestos de trabajo”. En definitiva de mantener una actitud sin complejos.