Tras superar su certificación con éxito durante el ejercicio naval de la OTAN
Dynamic Mariner/Mavi-Balina 2022, el comandante del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota, contralmirante Gonzalo Villar Rodríguez, será el mando de la Fuerza Anfibia de Respuesta de la OTAN durante el año 2023
. Durante ese año,
la Fuerza de Desembarco Aliada también tendrá mando español, el general de Brigada José Luis Souto Aguirre, comandante de la Brigada de Infantería de Marina Tercio de Armada.
La sociedad que forman los buques anfibios y la fuerza de desembarco, junto con los aviones y helicópteros embarcados, constituye la espina dorsal de la capacidad de “proyección del poder naval sobre tierra”, es decir, la capacidad que tiene un país de llevar a cabo operaciones militares con inmediatez en cualquier costa desde aguas internacionales, sin necesidad de permisos ni acuerdos con otros países.
Esta capacidad constituye un potente elemento de disuasión para prevenir conflictos antes de que se produzcan. Además, la versatilidad de sus medios les permite operar en crisis muy diversas, como apoyo ante catástrofes, evacuación de españoles en el extranjero, interposición entre combatientes o misiones de combate si fuese necesario.
España cuenta con una fuerza anfibia capaz, con el Juan Carlos I como principal plataforma. Este buque, de diseño español, combina la posibilidad de actuar como buque anfibio y portaaviones. Actualmente tiene dos gemelos en Australia, el
Canberra y el
Adelaide, a los que pronto se unirán el
Anadolu y el
Antalya en Turquía. Actuando como portaaviones puede embarcar hasta 30 unidades entre aviones Harrier y helicópteros navales.
En rol anfibio puede desplegar cerca de 1.000 infantes de marina con más de 120 vehículos. También dispone de una capacidad de mando y control y áreas de trabajo para 150 personas de los Estados Mayores de la fuerza anfibia y de desembarco y hasta 160 personas de la unidad aérea embarcada.
La capacidad anfibia española la completan los transportes de ataque
Galicia y
Castilla, cada uno con espacio para operar cuatro helicópteros y desplegar un batallón de infantes de marina con sus vehículos.
Para la certificación, España ha desplegado el
Juan Carlos I y el
Castilla, escoltados por la fragata
Navarra, junto con aviones Harrier, helicópteros y 600 infantes de marina del Tercio de Armada. También ha quedado bajo mando español el buque anfibio turco
Bayraktar, un batallón de infantes de marina, la fragata
Yavuz y la corbeta
Kinaliada, todos del mismo país.
A lo largo de los diez días del ejercicio, la fuerza española se ha enfrentado a diversas situaciones en un escenario de crisis regional cambiante y exigente, que han puesto a prueba la flexibilidad y la rapidez de decisión y actuación del contingente.