Medusa, la guardiana es el primer espectáculo que Sara Baras crea adentrándose en la mitología grecoromana, y ha descubierto con una mezcla de sensaciones "bestial", "la verdad" de un clásico retratado siempre como "malo y feo", al que ha insuflado "corazón súperflamenco".
Lleva meses preparándolo y aún "queda trabajo" pero Baras ha querido adelantar hoy, "hasta donde se puede", su nueva producción y lo ha hecho junto a los responsables del Festival Castell de Perelada (Girona), donde se estrenará el 8 de agosto, tras pasar por el Festival de Mérida, donde será su estreno absoluto, un mes antes, el 9 de julio.
El director del Peralada, Oriol Aguilá, ha subrayado que con la presencia de Baras este año se celebran las tres décadas del germen del festival, que se denominó los dos primeros años Galas del Castillo, y que inauguró Rudolf Nureyev.
Además, Baras recibirá este verano la Medalla de Honor del festival, que tienen "contadas personas", entre las que ha citado al último galardonado, Paco de Lucía, y a la primera, Montserrat Caballé.
El montaje que estrenará en verano la coreógrafa, directora y bailaora (1971, San Fernando, Cádiz) es el duodécimo de la compañía y en el participa como invitado José Serrano en el papel de Perseo y Keko Baldomero ocupado de la dirección musical.
"Con un corazón súperflamenco, está salpicado de momentos clásicos y también contemporáneos y la interpretación está por encima del movimiento", ha explicado la artista.
Medusa, la guardiana es "muy distinto" de todo lo anterior que ha hecho, y ha querido poner todos sus sentidos en defender un personaje al que la historia convirtió en un monstruo atroz, con la implicación dramática de cada uno de los nueve bailarines, "que no son secundarios sino personajes con entidad propia".
Medusa es una de las górgonas a las que se refiere, por ejemplo, Ovidio en "La metamorfosis". Es una hermosa sacerdotisa al cuidado del templo de la diosa Atenea y que después de ser violada es castigada con la soledad y el dolor por no haber "defendido" su "posesión más sagrada", la virginidad.
A ojos de Atenea, es Medusa, quien debe ser castigada, imponiéndole una devastadora sentencia, convertir en piedra a todo aquel que la mire a los ojos y transformarla de bella en bestia con pelos de serpientes, condenándola a la más absoluta soledad.
Medusa es desterrada a una isla desierta y su leyenda va adquiriendo cada vez mayor transcendencia lo que provoca que todos los guerreros del mediterráneo quieran decapitarla para adquirir su poder sin que ninguno consiga su propósito, quedando todos petrificados hasta la llegada del joven Perseo.
"Esta mujer, que no es nada sin su Perseo aunque sea él el que la decapite, solo encontrará su libertad, su descanso con la muerte", ha subrayado Baras.
La bailaora ha destacado "lo importante" que es para ellos el estreno en Peralada, porque, ha dicho, es "un lugar desde el que soñar" y "darle el doble de corazón a esta Medusa".
La artista, que se interesó por el mito de Medusa a raíz de un encargo del Festival de Mérida, coproductor del espectáculo junto a Peralada y Saba Danza, ha precisado que es un montaje muy especial también porque la música evoca los sonidos de la antigua Grecia, sin cantaores, aunque sí hay guitarras y percusión.
El próximo festival de Peralada se celebrará entre el 11 de julio y el 16 de agosto y está prevista también la actuación en él de los actores Gérard Depardieu y Josep Maria Flotats, los tenores Piotr Beczala, Marcelo Álvarez y Jonas Kaufmann, la bailarina Tamara Rojo y la cantante Gloria Gaynor.
El festival ha producido para la ocasión la ópera "Andrea Chénier", de Umberto Giordano, que interpretarán Marcelo Álvarez, Eva-Maria Westbroek y Ambrogio Maestri