San Fernando

Conferencia de Montojo Salazar sobre la saturación del espacio

Un día no lejano el control de la basura espacial y los satélites se hará imposible y el apagón de comunicaciones llevará el caos a todo el planeta.

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(Esta crónica se publicó el 24 de octubre de 2015. El marino y científico desaparecido pronunció una conferencia en la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes de San Fernando. La crónica de la conferencia, grabada en video en multicámara, fue en este periódico El guantazo más grande de la Historia).

Malo es que haya y que haya tanta. Pero peor es que no exista un protocolo internacional de obligado cumplimiento para solucionar el problema. Ni solucionarlo ahora ni en un futuro.

El jefe de la Sección de Astronomía del Real Instituto y Observatorio de la Armada en San Fernando, el capitán de fragata Francisco Javier Montojo Salazar, aclaraba ese punto al final de la conferencia impartida en el Centro de Congresos en la que habló de la saturación del espacio y de la detección y seguimiento de la basura espacial con telescopios.

Habló de esto, de lo que hay acumulado allí arriba entre lo que sirve y lo que no sirve, además de lo provocado por lanzamientos experimentales sin el más mínimo criterio científico o de previsión o bien por choques accidentales entre satélites.

De hecho, en el espacio de detectan dos picos sobresalientes de acumulación de basura, uno por el lanzamiento en 2007 de un misil chino simplemente para demostrar que podía acertar a un satélite en desuso, que supuso el 20 por ciento de la basura actual y otro por el choque entre dos satélites en 2009. Ambos acontecimientos han creado sendas zonas en las que el tráfico de satélites activos  está en peligro.

Montojo ya lo dijo al principio de la conferencia. El motivo de la misma era explicar la situación en que se encuentra el espacio en estos momentos y avisar del peligro que corren los distintos tipos de conexiones terrestres -y los servicios que prestan- por el cada vez más arriesgado trabajo de los mensajeros metálicos que orbitan a distintas alturas la tierra.

O dicho de otra forma, corre peligro todo lo que depende de esas comunicaciones, que a estas alturas es prácticamante todo.

Esa basura espacial, como se la conoce popularmente, está formada por satélites inactivos, fragmentos de satélites de todos los tamaños y partes de la propulsión de los cohetes lanzaderas.

Sin olvidar que los mismos satélites operativos suponen un tráfico que se distribuye entre las distintas zonas orbitales, desde la más cercana a la que recoge los satélites geoestacionarios situados a más de 42.000 kilómetros de la tierra y que gira a la vez que la rotación del planeta.

¿Qué es lo que se está haciendo y en lo que participa activamente el Observatorio de San Fernando? Pues sólo en el seguimiento y posicionamiento de los satélites, controlarlos para organizar el tráfico, avisar de la necesidad de ajustar la órbita de alguno que puede llegar a colisionar o caer a la tierra.

Ese trabajo se hace con radares para los que se encuentran a menor distancia; con láser, lo que también se hace desde San Fernando o con telescopios en el caso de los satélites estacionarios. El resto de lo que hay en el cielo son unos 29.000 objetos de más de 10 centímetros; unos 670.000 de entre 10 y un centímetro y millones menores de un centímetros. Además de un guante de un astronauta que en el caso de impactar contra una persona, sería “el guantazo más grande de la historia”, dijo el jefe de la Sección de Astronomía.

A pesar de que las gráficas y el sentido común indican  que el espacio cada vez está más saturado y cada vez lo estará más, no hay plan alternativo al seguimiento y control del tráfico de satélites y basura espacial.

Proyectos de brazo articulado para recuperar artefactos en desuso o impulsarlos al espacio o a la atmósfera se han quedado en nada y en la actualidad sólo existen “recomendaciones” a nivel internacional que, como en el caso chino, sirven para muy poco.

Eso sí, se ha avanzado en el control del posicionamiento y en los instrumentos para realizarlos. Hasta que ocurra lo que se espera. El caos.

La conferencia estaba organizada por la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes como complemente al curso anterior, ya que el año 2016 se dedica enteramente al 250 aniversario del primer ayuntamiento de La Isla.

Fernando Belizón Rodríguez, académico de la rama de Ciencias de la academia y ex director del Real Observatorio de Marina, además de profesor que fue del conferenciante, presentó a Francisco Javier Montojo Salazar que a la sazón es descendiente directo de Florencio Montojo.

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