Hace poco más de un año estaba todo preparado para abrir al público el castillo de San Romualdo y trasladar allí los fondos del fallecido Museo Histórico Municipal de la calle Real, 63, edificio ahora sede provisional de la Alcaldía y Atención a la Ciudadanía previa obra de un coste de unos 400.000 euros, según las cuentas del Partido Popular.
Ya entonces se denunciaban los problemas de humedad en la fachada a lo largo de todo el perímetro al presentar el revoco con el que se taparon los muros las manchas surgidas poco después de ser entregada la obra. Y los ciudadanos se ponían las manos en la cabeza al enterarse que el Ayuntamiento no sólo no tenía intención de pedir responsabilidades a la constructora, sino que iba a solventar el problema por partes en función de las disposiciones presupuestarias.
A principios de 2017 ya habían quedado atrás las denuncias políticas que apuntaban a que el responsable de ese mal acabado era el propio Ayuntamiento y no la empresa, toda vez que el anterior Gobierno del Partido Popular obligó a su entrega antes de las elecciones municipales sin estar totalmente seco.
Tras las elecciones del mes de mayo de 2015 se volvió a cerrar y se acometieron obras en distintos servicios al carecer de las medidas de seguridad –el arquitecto ni siquiera fue a la inauguración de los populares- para poder abrirlo a los espectáculos de verano y a las exposiciones.
Tras la nueva inyección de dinero –el revoco costó 774.232 euros, por cierto, procedentes de la Unión Europea- ha estado funcionando con actos de todo tipo, que es lo que pretende el Gobierno municipal dentro del eje cultural en que quiere convertir la calle Real, pero los problemas en la fachada no sólo no se arreglan en función del dinero que haya, sino que actualmente presenta un estado más que lamentable que socava los supuestos méritos del interior.
De una punta a la otra, la humedad va comiendo terreno en el revoco que va cayendo inexorablemente, mientras que las disposiciones presupuestarias sólo han dado en lo que va de año para adjudicar el contrato de obras del proyecto básico y de ejecución de climatización interior, que llevará a cabo la empresa Bauen SA con un presupuesto de 119.505, 75 euros.
El exterior sigue su decadencia a vista de todos y la alcaldesa ya dejó claro, hace poco más de un año, que un inmueble de estas características precisa de una inversión constante. Aquí es donde la palabra constante se adapta al significado que cada político quiere darle. Porque los ciudadanos tienen claro lo que significa.