Para el delegado de Turismo, Francisco Martín Bejarano, se trata de unas cifras muy importantes, por el volumen de negocio y el movimiento económico que esto supone no sólo para los hoteles del casco urbano de Rota, sino también para el resto de comercios y establecimientos de hostelería, y para los hoteles ubicados en Costa Ballena, donde los niveles de ocupación también se han visto incrementados.
El delegado señaló que este volumen de moteros y visitantes en una fecha tradicionalmente baja para el turismo, como febrero, no sólo se traduce en un empuje económico sino también en una notable promoción turística, ya que atrae hasta la ciudad a miles de personas de distintos puntos del país y del extranjero, que pueden comprobar y disfrutar de la calidad de servicio y los recursos turísticos de la ciudad, y hace que el nombre y la imagen de Rota tenga una gran repercusión.
Martín Bejarano destacó el trabajo del Motoclub roteño en la organización de este evento, que se ha convertido en un referente; así como el nivel de colaboración que mantiene cada año con el Ayuntamiento y con los cuerpos de seguridad para que los moteros encuentren instalaciones adecuadas y seguras.
El buen tiempo, la organización del evento, la ubicación de la zona de acampada en la Escuela Municipal de Hípica, o las actividades y exhibiciones, hicieron todo un éxito de participación de esta edición, que se ha desarrollado con total normalidad.
