Sanlúcar

Precipitado final del Viernes Santo sanluqueño

La lluvia sorprendió a las tres hermandades en la calle aunque las más perjudicadas fueron Las Angustias y el Santo Entierro

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  • Salida de Las Angustias. -

Triste final para el Viernes Santo sanluqueño con el encierro precipitado de las tres hermandades que realizan su salida procesional en esta jornada. Las juntas de gobierno de las Hermandades de Las Angustias, La Vera - Cruz y el Santo Entierro decidieron echarse a la calle a pesar de las altas probabilidades de lluvia para primeras horas de la noche. Y el tiempo no falló. 

La menos perjudicada, al encontrarse en el Barrio Alto y no haber iniciado aún su bajada a la Carrera Oficial de calle Ancha fue la Hermandad de la Vera - Cruz, que pudo refugiarse en su templo, donde nada más salid había realizado su Estación de Penitencia. De ahí los minutos de retraso con los que se abrieron las puertas de la Parroquia Mayor de Nuestra Señora de La O para dar paso al imponente crucificado de esta señera Cofradía, atribuido a Francisco de Ocampo. La Cruz de Guía y los nazarenos de la Vera - Cruz, con sus característicos cirios color verde, salieron al porche de la parroquia cuando pasaban siete minutos de la hora prevista de salida, las 18.30 horas. Complicada salida la de los dos pasos de esta Hermandad, cuyos costaleros son los únicos que aún cargan a cincho. En silencio partió el crucificado a encontrarse con el pueblo en una tarde desapacible. Minutos después, Nuestra Señora de la Soledad, iniciaba su peregrinación a los sones de 'Lágrimas de mi Soledad', interpretada por la Banda de Música Fuentes de Andalucía. Las dos primeras levantás, tanto del paso de misterio como del de palio, fueron dedicadas a Manolo Alcón, que en su día fue costalero de la Virgen y que esta Semana Santa no ha podido estar presente al padecer algunos problemas de salud. Emotivo fue como siempre el paso de esta Cofradía por el arquillo de Rota. Sonaron los Vivas dedicados a la Virgen de la Soledad, a la que interpretaron el Ave María. Las primeras lluvias le sorprendieron a la Hermandad en la misma puerta de la Parroquia de La O, cuando se dirigía al Barrio Bajo y, la cordura, hizo que se refugiase en su templo.

Menos suerte corrió la Hermandad de Las Angustias, que fue la primera en decidir la arriesgada salida de este Viernes Santo. Las primeras gotas le cayeron nada más abandonar su templo, pero la Hermandad decidió continuar. Le acompañaba el pueblo de Sanlúcar y arropaba con sus sones la Banda Filarmónica Julián Cerdán. Nada más realizar su Estación de Penitencia decidió acortar camino y bajar la calle Caballeros y Cuesta de la Caridad para dirigirse a la Parroquia de El Carmen. Cuando enfilaba la calle Ganado comenzó a arreciar la lluvia, que se mantuvo intensa cuando los sones de 'Madre de las Angustias' sonaban en la recogida del paso.

Y la peor parte del aguacero que sobre las diez de la noche comenzó a cobrar intensidad en Sanlúcar fue para la Hermandad del Santo Entierro que se arriesgó en su salida procesional y también en iniciar su regreso hasta su templo, cuando la lluvia ya arreciaba. La imposibilidad de refugiarse en la Parroquia de La O, dadas las dimensiones de los pasos, llevó a la Hermandad a dirigirse presta a Santo Domingo, enfilando la calle Luis de Eguílaz y sin posibilidad de realizar su Estación de Penitencia. Aguacero enorme el que cayó sobre el Cristo yacente y la Soledad de María Santísima, que este año estrenaba el faldón delantero y la bambalina interior del paso de palio, bordadas en oro. Una representación de todas las hermandades de Penitencia de la ciudad acompañó como cortejo, como viene siendo tradicional, a Ntro. Señor Jesucristo. A la recogida de la Hermandad, sobre las diez y media de la noche, sonaron saetas en el interior de San Francisco.

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