El Juzgado de lo Social número 3 de Jerez de la Frontera (Cádiz) ha suspendido, por falta de un testigo "clave", el juicio previsto para este miércoles por la supuesta vulneración de los derechos fundamentales de Vicente Ramírez, un profesor del colegio concertado Calasancio Hijas de la Divina Pastora de la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, el cual demandó al centro alegando que no se le renovó el contrato a finales de 2013 por motivo, supuestamente, de su homosexualidad.
Tras conocerse la suspensión del juicio por la incomparecencia del sacerdote del colegio, el también delegado municipal de Igualdad, Vicente Ramírez ha afirmado que "ha quedado claro que es el círculo del colegio quien tiene interés en no participar con la justicia, con gestos tan graves como desobedecer a la citación a un juicio".
Las reacciones a la suspensión del juicio no han tardado en producirse. La Fundación Triángulo ha mostrado su "total sorpresa" al comprobar la ausencia del considerado como testigo "clave" en el caso, al que al parecer la titular del juzgado número 3 de lo social de Jerez había advertido de su obligación de comparecer. Según el presidente de la Fundación Triángulo, Raúl González, la jueza ha declarado la desobediencia del sacerdote a la llamada judicial, por lo que desde la entidad de lucha en defensa de los derechos del colectivo LGTB instan al sacerdote y al Obispo de Jerez a "no actuar por encima de la justicia y entorpeciéndola".
Después de que el caso saliera a la luz a finales de enero, la Fundación Triángulo sostuvo que se trata de "un caso claro de homofobia" y expresó su apoyo al demandante, asegurando que éste posee pruebas "contundentes" para desmontar la versión del centro, que, a su juicio, tiene "la obligación de readmitir al profesor". Vicente Ramírez se puso en contacto en numerosas ocasiones con la Fundación Triángulo Andalucía para recibir asesoramiento sobre la situación de "acoso laboral" que estaba sufriendo, ya que, según explica el presidente de la Fundación Triángulo, los problemas para el docente comenzaron cuando inició una actividad al margen de la docente colaborando en actos públicos de apoyo a la igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales y personas transexuales. Según alega, el demandante fue advertido en varias ocasiones de que su actividad pública en estos actos era incompatible con su actividd docente.
Por otro lado, la Fundación Triángulo Andalucía puso de relieve que "al tratarse de un centro concertado y sostenido con fondos públicos, la Junta tiene también la obligación de actuar", una reivindicación que ha vuelto a realizar tras conocerse la suspensión del juicio, exigiendo la "intervención contundente" de la Junta de Andalucía. Indicaba que el colegio justificó la medida argumentando que el docente no contaba con el título de inglés B-2. Sin embargo, según la Fundación Triángulo, el centro lo mantuvo contratado "durante muchos años" como profesor y "sólo cuando ha comentado su orientación sexual ha sido apartado".
Por su parte, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte confirmó en su día que la Junta ha abierto una actuación de oficio al respecto, como hace siempre que se produce un caso de estas características a través de la Inspección Educativa, que se encarga de redactar el informe correspondiente, si bien desde la Fundación Triángulo señalan que, de momento, no han recibido ninguna comunicación al respecto por parte del Gobierno andaluz.
Según declaró Raúl González en rueda de prensa posterior a la vista cancelada "los poderes públicos deben proteger activamente y garantizar la libre vivencia de la orientación sexual de toda la ciudadanía como dice la Constitución Española y detalla nuestro Estatuto de Autonomía". Además añadió: "en la víspera del día de Andalucía y del referéndum del Estatuto de Autonomía, exigimos a la Consejería de Educación una voluntad clara y pública de ejecutar políticas públicas por una educación igualitaria y una lucha activa contra la homofobia en las aulas", recalcó.
Vicente Ramírez aseguró tras la cancelación que "mi única motivación es recuperar mi puesto de trabajo y ser libre, ideológicamente, en las horas en las que no estoy trabajando en el colegio religioso".