Sanlúcar

Devoción a Esperanza, Cautivo y Silencio en el Jueves Santo

Sanlúcar vivió una nueva jornada multitudinaria pese a lo desapacible del viento, que auguraba agua para la madrugá

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La del Jueves Santo se está consolidando como una de las jornadas imprescindibles en la Semana Santa de Sanlúcar. Con tres hermandades en la calle, se vive uno de los días más multitudinarios y de mayor devoción y fervor a los titulares de la Hermandad de la Esperanza, la del Cautivo, y la del Silencio.

El Barrio marinero vive cada Jueves Santo un día inolvidable. Desde la Parroquia de San Nicolás, los titulares de esta cofradía, se sumergen cada año en un recorrido diferente por las calles de este Barrio que les venera. Es uno de los rasgos distintivos de esta Hermandad, por decisión de su Hermano Mayor, Antonio Rodríguez. Pero hay zonas por las que el Cristo de la Expiración y la Esperanza no pueden dejar de pasar. Los costaleros bailan a los titulares de la Hermandad al ritmo de saeta, flamenco y vivas a su paso por lugares como la calle Barrameda o la casa de los Muñoz, puntos que se han convertido en lugares de devoción al Santísimo Cristo de la Expiración y a María Santísima de la Esperanza Coronada que, envueltos en pétalos de flores, prolongan durante más de dos horas su recorrido por estas calles antes de dirigirse al Barrio Alto para hacer estación de penitencia. En la salida procesional de este año, se vivió un momento muy emotivo para el paso de misterio, que iba engalanado con gran sobredad, con unas rosas de color muy oscuro, casi negro. Capataz, contraguía y costaleros rompían a llorar para pedirle a su señor por Ignacio Robles, quien durante años ha dirigido este paso y que en esta ocasión, por problemas de salud, no pudo hacerlo, aunque sí se acercó para compartir este momento único junto a su gente. La Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de los Milagros, de Sanlúcar de Barrameda, volvió a acompañar al paso del Santísimo Cristo de la Expiración, mientras que la Asociación Filarmónica Banda de Música Julián Cerdán hizo lo propio con María Santísima de la Esperanza Coronada, apostando así la hermandad por bandas locales. Como novedad, durante el recorrido se pudieron escuchar dos de las marchas que han incrementado el patrimonio musical de la Hermandad. 'Cuando pasa la Esperanza', de Cristóbal López Gándara, dedicada a la Virgen y 'Aliento de un barrio', de Adrián Ortega Vega para el Cristo.

En el centro de la ciudad, la Virgen de la Estrella volvió a iluminar el camino en el que acompañó a Nuestro Padre Jesús del Cautivo hacia su estación de penitencia. Más de 700 nazarenos acompañaron a esta Hermandad que continúa creciendo. De nuevo, en la plaza del Cabildo, la majestuosidad del Cautivo y la elegancia de la Virgen de la Estrella volvieron a reunir a miles de personas. Sanlúcar se volcó un año más con los titulares de esta hermandad que puso en la calle como novedades unos pasadores para Jesús Cautivo, donados por una hermana, así como un pañuelo para la Virgen de la Estrella, donado por una devota. Jesús Vega, como capataz general, estuvo acompañado por su hijo, Gonzalo Vega Vargas, en el paso de misterio, al que seguía la Banda de Cornetas y Tambores de la Caridad de Santa Marta, de la vecina localidad de Jerez de la frontera. En el paso de palio, adornado con claveles blancos y dirigido por Félix de los Reyes junto con su hermano Sergio, el acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Música Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María. Fue la hermandad del Cautivo la primera en realizar estación de penitencia en la jornada. La Virgen de la Estrella también portaba en el fajín una medalla de la Virgen de la Caridad, como reconocimiento al 400 aniversario del patronazgo de Nuestra Señora de la Caridad Coronada sobre la ciudad de Sanlúcar, que se conmemora este año.

Y si protagonistas de la tarde son las Hermandades de la Esperanza y el Cautivo, cuando cae la noche, el Silencio toma las calles de Sanlúcar. Es esta Hermandad con sede en San Francisco, de gran solemnidad. El más riguroso de los silencios acompañan a Nuestro Padre Jesús del Silencio y a María Santísima del Amor durante todo el recorrido de su estación de penitencia. El Silencio adelantó este año su salida en un cuarto de hora, y pese a lo desapacible de la noche, fueron centenares los sanluqueños y visitantes que no quisieron perderse el desfilar de esta hermandad. Dando muestras de su austeridad, la hermandad no faltó a su cita con las Hermanas de la Cruz, que cantaron a sus titulares, siendo las únicas voces que rompían el silencio de la noche. Jornada de estrenos también para esta hermandad del Jueves Santo, que puso en la calle una nueva peana de la Santísima Virgen, los ciriales y pértiga para el cortejo del Señor del Silencio, medallones del muñidor y pertigueros, así como ropones de ambos pertigueros y fajín de contralmirante para la Virgen del Amor. 

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