Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

La Universidad de Sevilla, estricta con el acceso: a profesores, alumnos y empleados

Tras la actuación de la Policía Nacional saldada con el desalojo de los estudiantes encerrados en el Decanato de la Facultad de Filología;

Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Aledaños del Rectorado tras el desalojo. -

La Universidad de Sevilla mantiene actualmente un "estricto control de entrada" a la antigua Fábrica de Tabacos, sede de su Rectorado, ciñendo el acceso al profesorado, el personal y al alumnado sujeto a exámenes; tras la actuación de la Policía Nacional saldada con el desalojo de los estudiantes encerrados en el Decanato de la Facultad de Filología; así como el desmantelamiento de la acampada instalada en el exterior del recinto; por estos activistas que reclaman una ruptura total y no temporal con instituciones de Israel por la ofensiva de su Ejército en la Franja de Gaza, con miles y miles de muertes en respuesta al ataque inicial del grupo terrorista Hamás en territorio israelí.

La US ha informado de que todo el personal y profesorado "ha podido acceder sin dificultad y, especialmente, todo el alumnado que tenía exámenes".

En el caso de la defensa de trabajos fin de Grado, la institución precisa que "se han realizado algunas de estas defensas hasta media mañana" pero, dado que este tipo de presentaciones están consideradas "actos públicos" y por tanto podrían entrar invitados ajenos a la comunidad universitaria, "se han replanteado este tipo de actos que se podrán realizar online, o bien en otros centros de la US", tal y como ya ha sido comunicado a su alumnado las facultades de Historia y de Filología.

La situación está marcada así por la actuación de la Policía Nacional, acometida a instancias del propio rector al filo de la madrugada de este pasado lunes, después de que los universitarios promotores de la citada acampada en los jardines exteriores del edificio del Rectorado en demanda de mayor reproche institucional a las universidades de Israel por la ofensiva del Ejército de dicho país en la Franja de Gaza, con decenas de miles de muertos; ocupasen sorpresivamente las dependencias del Decanato de la Facultad de Filología, donde se encerraron bloqueando la puerta con mobiliario de la sala.

Ello, tras haber protagonizado un incidente en la cafetería del recinto, internándose en la cocina frente a las demandas de la plantilla de que abandonasen tales dependencias al estar las mismas reservadas al personal del establecimiento.

Aumentar la "presión" sobre el rector 

Con esta nueva acción, el colectivo de estudiantes pretendía, según su comunicado posterior, aumentar su "presión" sobre el rector de la Hispalense, en demanda de una ruptura absoluta y no temporal de toda relación con las instituciones de Israel y de que Castro usase la palabra "genocidio" al aludir al asunto, entre otros aspectos.

A la hora de solicitar a la Policía Nacional el desalojo tanto de la ocupación del Decanato de Filología como de la acampada, el rector ha defendido que estos estudiantes habían incurrido en una "inaceptable actitud, incrementando su hostilidad y agresividad, creciendo la indignación de la comunidad universitaria y aumentando las dificultades para el desarrollo de las actividades académicas".

El rector calificaba de "asalto" la ocupación del Decanato de Filología, asegurando que los estudiantes participantes de esta acción incluso habrían agredido a una "persona contratada" por la Universidad y que estaba trabajando en aquellos momentos; mientras los citados estudiantes niegan tal extremo y dicen de su lado haber sido víctimas de agresiones por parte de los vigilantes de seguridad movilizados ante la citada ocupación y los policías nacionales que acudieron después para identificarles.

Los argumentos del rector

Ante esta "invasión de espacios reservados a servidores públicos y cargos académicos", dichas actuaciones de "hostilidad" y la ausencia de "voluntad alguna de diálogo" por parte de los activistas, según el rector, debía primar "la responsabilidad ineludible de mantener el desarrollo de las actividades académicas programadas, así como la defensa de los derechos de la plantilla y el patrimonio público".

Este pasado martes, en cualquier caso, varias decenas de personas, entre ellas estudiantes, profesores y activistas de izquierda, celebraban una concentración a las puertas del Rectorado, reclamando la dimisión de Castro, al que acusaban de haberse excedido y promover "el autoritarismo, la violencia y la represión" frente a una protesta destinada a "visibilizar" la tragedia de la Franja de Gaza. La Red Sindical Universitaria de Andalucía (Red-us) se ha unido a esta petición de dimisión, acusando al rector de intentar "silenciar a un grupo estudiantil preocupado por los derechos humanos".

 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN