La semana se inició con los rescoldos aún calientes de un congreso regional socialista donde José Antonio Griñan salió elegido secretario general del PSOE-A en medio de una contundente contestación interna. Una ejecutiva en la que el también presidente de la Junta ha querido prescindir de cuotas provinciales y donde sentenció un nuevo rumbo en los socialistas en relación a los denominados sectores críticos. Si no me han votado para que van a estar en mi ejecutiva llegó a decir el líder de los socialistas andaluces. Sin duda un pulso interno que aun dará mucho que hablar. Y que tendrá reflejo en los congresos provinciales del próximo fin de semana.
El PSOE está dando en Andalucía una mala sensación en tiempos más que difíciles. Las pugnas internas han llegado a quitar protagonismo al abandono de la política andaluza de Javier Arenas y la colocación en primera línea de salida de un alcalde como es Juan Ignacio Zoido. En toda esta situación lo triste es, que la ciudadanía percibe luchas de poder de la izquierda en vez de lucha política frente a una derecha que está tomando las medidas más drásticas en contra del estado del bienestar de toda la democracia. Sólo la subida del IVA en el sector turístico anunciada por Rajoy dejará diecinueve mil parados más.
El PP ha guardado un hábil y estratégico silencio estosdías de post congreso regional del PSOE y de precongresos provinciales socialistas. Por cierto, unos precongresos que coinciden con el regional del PP donde apenas habrá contestación al nuevo presidente y su ejecutiva, a pesar de algunas escaramuzas críticas desde Málaga por la designación de José Luis Sanz, alcalde de Tomares, como nuevo secretario general.
Pero, tras la batalla de Almería, queda quizás una de las más apasionantes en la organización que lidera frágilmente Rubalcaba. Se trata del Congreso Provincial de Sevilla donde a la todopoderosa Susana Díaz le ha salido un contrincante de peso como es el alcalde alcalareño Antonio Gutiérrez Limones. La candidatura de Limones está mucho más consolidada que la que en su día intentó articular Demetrio Pérez y que al final no consiguió los avales para presentarse. Ahora las cosas son distintas. El PSOE de Sevilla está dirigido por una gestora que ha hecho de la mano de Manuel Gracia un discretotrabajo. Una gestora que se impone a un partido que entonces dirigían Jose Antonio Viera, FernandoRodríguez Villalobos y Susana Díaz. El primero se ha posicionado con Gutiérrez Limones. Como se entere la jueza Alaya acaba llamando a Limones, porque a lasuperjueza de tez tersa y tensa le encanta ser el perejil de todo lo que esté en el entorno de crear alguna duda sobre la honradez de los socialistas.
La batalla por Sevilla
La batalla por Sevilla apunta a que estará más igualada de lo que podría parecer. Aunque no sea un dato estadístico fiable, sí podemos intuir el interés que han despertado ambas en las redes sociales. Susana y Antonio han abierto sus respectivas cuentas de twiter y andan casi parejos en número de seguidores. Susana Diaz aventaja a GutiérrezLimones en unos quince nada más. Ambos sobrepasan los doscientos veinticinco seguidores.
Con Susana hay muchos alcaldes de la provincia detrás, pero con Limones hay algo más de la mitad de las agrupaciones de la capital. Entre ellas, la de Nervión, que comanda Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, uno de los grandes adversarios internos de Susana Díaz desde los tiempos de las Juventudes Socialistas. Y Nervión es junto a Centro, que apoya a Díaz, una de las agrupaciones con más militantes de toda España.
Quien guarda de momento un discreto silencio es el exalcalde Sánchez Monteseirín, que en su primer mandato tuvo agrias disputas con una joven pero pujante Susana Díaz. Pero a pesar del silencio, todo apunta a que estará apoyando con sus leales a Gutiérrez Limones, como hacen Celis o Evangelina Naranjo, también del entorno deMonteseirín.
Limones, a pesar del amplio apoyo de alcaldes de la provincia a su adversaria sigue manteniendo que es el tiempo de los alcaldes en la dirección de su partido. El y Francisco Toscano son dos de esos alcaldes curtidos en gestión y con respaldo y credibilidad entre los ciudadanos.
Parece ser que no lo tendrá fácil la trianera Susana Díaz para aglutinar una inmensa mayoría de votos, como tampoco lo tendrá Limones. Por cierto, ha sido Limones el que se ha referido al PP para indicar como los del partido del Gobierno están diseñando estrategias orgánicas basadas en los alcaldes, con Zoido presidente del partido en Andalucía y el alcalde Tomares como secretario general.
Por cierto, las dimisiones de las Juventudes Socialistas de esta semana también vienen a demostrar que los métodos y formas del entorno de Griñan están siendo más que contestados.
Uno y otro candidato están haciendo continuos llamamientos a la integración gane quien gane este sábado, porque todos tienen que arrimar el hombro. Y muchos se preguntarán si tienen tan claro que después hay que integrarse ¿por qué no lo han hecho antes y hubieran evitado una percepción ciudadana de luchas de poder entre familias socialistas?
En definitiva, estamos ante un congreso provincial en el que no todo está dicho aún, donde hay que conjugar muchos equilibrios todavía. Quienes creían que presentarse frente a Susana era inmolarse ya no están tan seguros. Los de la candidatura de Limones barajan que podrían superar el 40 por ciento de los votos. Y los hay más optimistas que piensan incluso que podrían ganar el congreso. Si esto ocurre, está claro que hay herida abierta para tiempo en el PSOE, y así será muy difícil recuperar en el caso de Sevilla la Alcaldía. Porque para eso no sólo hace falta que Zoido siga en su línea de fotos y abrazos y poca o nula gestión, sino que los ciudadanos deben ver una alternativa solida.
Juan Espadas está llamado a ser de nuevo el candidato en el 2015. Así además lo ha prometido Susana Díaz. Pero los socialistas ahora en la oposición municipal necesitan un aparato orgánico fuerte, que trabaje en los barrios y sea capaz de llevar su mensaje a unos ciudadanos cada vez más escépticos con la política.
Y en toda esta pugna orgánica he oído dos palabras que me hacen pensar, y mucho, en posibles sorpresas. Talento y talante. Quien habló de talante en política fue un joven Zapatero al que nadie creía que podría acabar ganando un congreso federal del PSOE y que además acabo presidiendo el Gobierno de España. Por cierto a los pocos días de abandonar la presidencia estuvo en Sevilla y tuvo una cena privada a solas. No fue con ningún alto cargo orgánico de su partido en Andalucía. Zapatero cenó a solas con Gutiérrez Limones en Alcalá de Guadaíra.