Javier S.R., el joven de 25 años que salió en libertad provisional este lunes tras permanecer en la cárcel casi nueve meses acusado de provocar el 30 de octubre de 2011 el accidente de Tablada en el que falleció una pareja, ha asegurado este martes que "lo siente mucho de todo corazón" porque lo que ha ocurrido "es una desgracia".
El joven abandonó a las 21,30 horas de este lunes la cárcel de Sevilla-I donde permanecía en prisión preventiva y esta mañana ha acudido al Juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla, que fue quien lo dejó en libertad y que le ha impuesto como medidas cautelares la retirada del carné de conducir y del pasaporte, mientras que deberá comparecer judicialmente todos los lunes.
Tras hacer entrega del permiso de conducir y dejar constancia de que no posee pasaporte, el joven ha abandonado el edificio que alberga los juzgados de lo Penal acompañado por sus padres y familiares más directos y, llorando, ha querido atender a los medios de comunicación allí presentes para decir que "lo siente mucho".
"Esto para mí es una desgracia, yo nunca he tenido ningún problema con la Justicia y no sé cómo me ha podido pasar esto a mí", ha asegurado el joven acusado, para quien la Fiscalía y la acusación particular piden cinco años de cárcel, añadiendo que "lo siento mucho por mi familia y por la otra familia, lo siento mucho de toco corazón".
De su lado, el abogado del acusado, Manuel Manzaneque, ha anunciado a los periodistas que ha impugnado en su escrito de defensa la primera prueba de alcoholemia que se le realizó a su cliente, y en la que dio positivo con una tasa de 0,89 gramos de alcohol por litro de aire espirado, ya que "se le hizo con un etilómetro provisional, de los que se venden en farmacias que no emiten ticket de ninguna clase".
"No podemos presumir todos que ha bebido tanto"
A su juicio, esta prueba "deja mucho que desear" y "no acredita realmente al nivel procesal necesario que una persona haya bebido". "Lo de que bebió tanto es un tema que no está en absoluto demostrado, por lo que habrá que verlo en el juicio; no podemos presumir todos que ha bebido tanto", ha remarcado el abogado del acusado.
Asimismo, ha explicado que ha pedido la libertad de su cliente en tres ocasiones hasta que la juez de lo Penal número 8 "ha utilizado el criterio que hay que utilizar en estos casos, pues estamos hablando de un delito imprudente y el Supremo establece que, en este tipo de casos, la prisión provisional sólo puede existir cuando hay peligro de sustracción a la acción de la Justicia, es decir, cuando la persona se puede escapar".
Para solicitar la libertad de su cliente, el abogado ha aportado diversos informes de distintos organismos, incluido el Ayuntamiento de Coria del Río, "donde se dice que es un chico absolutamente normal, que además realizaba labores solidarias, por lo que es dificilísimo que una persona, en estas condiciones, se sustraiga a la acción de la Justicia".
Derecho a la presunción de inocencia
Tras remarcar que ninguna de las víctimas "tenían que haber fallecido", Manzaneque ha señalado que, "hasta el momento, no se ha demostrado la culpabilidad" del acusado, recordando en este punto el derecho a la presunción de inocencia, un derecho que "implica que una persona, para ser condenada y estar en prisión, tiene que haber sufrido un juicio".
"Este juicio no se ha practicado porque los testigos de las acusaciones particulares no han tenido a bien comparecer" en el mismo, "donde podían haber demostrado si, efectivamente, es o no es cierto que mi cliente había cometido los hechos" que se le imputan, ha agregado el letrado. "No podemos olvidar que la única prueba que hay de la culpabilidad de mi cliente hasta el momento es, precisamente, la declaración de esas personas que no han venido al juicio", ha subrayado.
Tras considerar que "una persona no tiene por qué estar esperando meses, meses y meses hasta que un testigo comparezca en el juicio, y mientras se está pudriendo en la cárcel", ha aseverado que "entiendo el pesar y dolor" de las familias de las víctimas, "pero la Justicia no son los padres, sino que es otra cosa, es una Justicia objetiva e imparcial, que no se deja llevar por el subjetivismo ni por el dolor terrible que tiene que estar sufriendo esa familia, que no me quiero ni imaginar".
Manuel Manzaneque ha explicado que su cliente "está mucho peor cuando ha salido que cuando ha entrado" en la cárcel, señalando que "es una persona que está destruida para toda su vida", y ha agregado que el imputado "lamenta muchísimo todo lo que ha ocurrido" y "no recuerda exactamente cómo ocurrieron los hechos".
