La conmemoración del 20 aniversario de la Expo que ha organizado el Ayuntamiento presidido por Juan Ignacio Zoido debe ser una broma de mal gusto. Por más que oigo o veo al joven Beltrán Pérez y al concejal sin cargo Juan Bueno diciendo lo del concierto de sevillanas en la Plaza Nueva no puedo acabar de creerme que un evento de la importancia que tuvo la Exposición Universal acabe conmemorándose de esta forma. Lo de este gobierno local es de panda de catetos y el diseño de los actos de la Expo obedece sin duda a la corte de palmeros de Zoido. Y ya se sabe que los palmeros son muy del género de las sevillanas.
Vaya por delante mi reconocimiento al mundo de las sevillanas. Una disciplina musical que la ciudad debería valorar mucho mejor de lo que hace, apoyando a sus artistas y a sus empresas discográficas, pero de ahí a que ese sea el recuerdo de la Expo me parece que se están riendo de todos nosotros. Estoy seguro que para los 20 años de la Expo de Zaragoza no hacen un festival de Jotas.
Se ha perdido una gran oportunidad para organizar un amplio programa de actividades de carácter nacional e internacional pero en el Ayuntamiento que nos gobierna están quienes no creyeron en la Expo y no han querido. Solo las iniciativas de los medios de comunicación recordando de forma brillante la memoria de aquellos días y las actividades de la siempre atenta Asociación para el Legado de la Expo han permitido que mantengamos viva la llama.
Con el numerito de las sevillanas el gobierno local se ha retratado y bien. En las redes sociales han sido el hazmerreir de todos, incluso de una gran mayoría que sociológicamente son de la derecha sevillana, pero que creen en una Sevilla distinta a la que está organizando Zoido. Cualquier día vemos al primer edil convertido en un Pepe Isbert en “Bienvenido Mr., Marshall” anunciando una lluvia de millones para la ciudad. Esa ciudad que está dando pasos atrás desde que él la gobierna y empieza a perder su lugar en el mundo. De todas formas las críticas no le harán mella porque el multiocupado alcalde popular tiene una corte de palmeros a su alrededor que flaco favor le están haciendo y que cada vez lo están teniendo más alejado de la realidad y de los problemas vecinales.
En este desaguisado festivalero no hay que olvidar el desprecio del Gobierno local a esas empresas instaladas en Cartuja 93. Ese auténtico legado para presumir que tiene Sevilla. Pero si lo hacen caerán en una nueva de sus contradicciones. Ellos que en la oposición decían que Cartuja era un parque abandonado con jaramagos, no pueden reconocer que con el esfuerzo de muchos empresarios tenemos un parque tecnológico puntero, pionero y modélico. Con sus problemas, como es normal, pero un referente para muchas ciudades que han organizado Exposiciones después y que ya quisieran tener un polo tecnológico de semejantes características.
El Ayuntamiento además ha utilizado como parapeto a la Federación de Casas Regionales y Provinciales para que en el transcurso de su encuentro anual se diluya la celebración de la Expo. Este colectivo ha sido utilizado con malas artes por los responsables municipales. Merecen un mejor trato en sus actividades y no que los ciudadanos acaben encasillándolos como los Festivales de España que organizaba el dictador. Claro que con este gobierno municipal cualquier día vuelven los coros y danzas. No en vano ya han hecho su Operación Triunfo.
Zoido y sus palmeros
Los ciudadanos están comenzando a cansarse de tanto programa oculto y también del bajo nivel que están demostrando los miembros del equipo de Gobierno. Es habitual que los delegados de distrito ni hablen en los plenos mensuales. Son un auténtico relleno de la mayoría absoluta. Zoido con sus palmeros más leales solo repite como un papagayo que los socialistas le dejaron una herencia horrible. Por cierto si quiere hablar de herencia que mire el legado del X Aniversario de la Expo organizado por el hoy rector de la Universidad Internacional de Andalucía, Juan Manuel Suárez Japón. Eso sí que fue un programa serio. Y si, algunos me dirán que hubo un CD de sevillanas. Claro un CD, no un festival como único evento. Hubo una amplia programación durante todo el año que fue elogiada incluso por el Buro Internacional de Exposiciones.
Z
oido tiene un problema de comunicación con los ciudadanos, con las entidades, con los empresarios –recuérdese el golpe en la mesa del presidente de la CES Miguel Rus- y con los medios de comunicación que sufren el ninguneo constante del responsable de estas materias. Pero el primer edil está como el Rey Sol, desnudo, aunque sus palmeros le digan que va muy elegante.
En fin que el 20 aniversario de la Expo es una oportunidad perdida más. Una de tantas que llevamos en este último año y medio. Al menos confío que no acabe Zoido en el escenario cantando con los Cantores de Híspalis porque con tal de buscar una foto es capaz de ser él el palmero de Pascual González. Ya en la prueba del alumbrado hubo más de un intento algún año, repasen los videos de Giralda TV y verán que no les miento. A ver si hay suerte y para el 25 aniversario de la Expo quien gobierne la ciudad lo celebre como merece el evento.