La XXXV edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla, que se ha celebrado desde el pasado día 23 de noviembre en la Plaza Nueva de la capital hispalense, ha concluido este domingo tras recibir aproximadamente 230.000 visitas y con alrededor de un diez por ciento menos de ventas respecto a 2011, cuando fueron unas 250.000 personas quienes acudieron a esta cita cultural.
Son los primeros datos que, a modo de balance provisional, ha aportado a Europa Press el secretario de la Asociación del Libro Antiguo de Sevilla, José Manuel Quesada, quien, basándose en ellos, se ha mostrado "moderadamente satisfecho" con el desarrollo de la feria.
Y es que, según ha reconocido, el sector acudía este año 2012 a la muestra sevillana con "malos" precedentes --los datos "nada buenos" registrados en octubre y noviembre, respectivamente, en ferias similares en Madrid y Granada--, y con "temor" al impacto que pudiera generar el actual contexto de crisis económica en las ventas.
Sin embargo, nada de eso ha impedido, según ha destacado, que finalmente se hayan alcanzado unos niveles, tanto de afluencia de visitas como de ventas, "similares" a las de la anterior edición, que, según ha recordado, "duró tres días más" que la que ha acabado este domingo, y su desarrollo coincidió, en parte, con la celebración en Sevilla de la final de la Copa Davis de tenis, que "atrajo a muchos turistas".
CLÁSICOS Y TÍTULOS RECIENTES
Respecto a las ventas, Quesada ha señalado la "buena aceptación" que ha tenido el libro 'Catálogo de libros excesivos, raros o peligrosos que ha dado la imprenta', de Juan Bonilla, que ha sido el nuevo título que la Universidad de Sevilla ha presentado este año a la feria.
Junto a esa obra, han vuelto a figurar entre los libros más demandados clásicos de la literatura como 'Los miserables', de Víctor Hugo, o 'Los tres mosqueteros', de Alejandro Dumas, junto a títulos actuales de autores de éxito como Arturo Pérez Reverte o Ken Follet.
Al hilo de ello, el secretario de la Asociación del Libro Antiguo de Sevilla ha apuntado que la crisis económica, en cierto modo, puede servir para aumentar las ventas de la feria, ya que ésta ofrece a los lectores la posibilidad de adquirir títulos relativamente recientes del mercado editorial a precios considerablemente más bajos de los que lucen en las librerías el resto del año.
Esa circunstancia también ha servido, en su opinión, para que entre los compradores de la feria de este año haya destacado, "especialmente los días laborables", el colectivo de estudiantes universitarios y de Bachillerato, que "han podido adquirir manuales para sus estudios a mitad del precio habitual".
Por otro lado, tras poner de relieve que la Feria del Libro Antiguo es "una de las actividades culturales más antiguas de Sevilla", toda vez que ya ha cumplido 35 ediciones, y "la segunda o tercera más importante de España", Quesada ha querido dedicar palabras de agradecimiento tanto al Ayuntamiento de Sevilla, por "las facilidades que aporta en materia de logística y por ser la institución que más dinero aporta a la feria", como a la Diputación provincial, que también colabora económicamente con el evento.
En esta ocasión, la XXXV Feria del Libro Antiguo, que se abrió con un pregón pronunciado por el escritor y filósofo Fernando Savater, ha contado con la participación de 21 librerías procedentes de Sevilla, Valencia, León, Barcelona, Madrid, Granada, Málaga y Cádiz.
