El proyecto cultural Wodnik’s Barco Pirata se encuentra en su última y definitiva fase, antes de comenzar su actividad en el río Guadalquivir.
La embarcación, de 27 metros de eslora, se encuentra ya en Sevilla, concretamente en un pantalán del puerto deportivo fluvial Sun Sail, a la espera de su inminente traslado al que será su atraque definitivo, a las puertas del Jardín Americano, justo debajo de la pasarela de la calle Baños.
El proyecto contará con actividades como visitas guiadas de colegios, que tendrán lugar por las mañanas, con niños de entre 4 y 11 años. Estas visitas estarán coordinadas con las que ya se realizan en el Jardín Americano de la Cartuja sevillana.
Para la tarde se tienen previstas actividades culturales en las que el flamenco, la danza, el teatro y cualquier otra manifestación cultural tendrá su espacio. En esta banda horaria se incluyen la presentación de libros y discos, además de la celebración de exposiciones de diversas disciplinas artísticas.
Ya en horario nocturno, la idea de los responsables del proyecto es crear un espacio, tanto a bordo como en el terreno colindante en tierra, en el que la música de jazz, soul o el propio flamenco sean protagonistas de las noches sevillanas, bajo la luz de la luna, ofreciendo una posibilidad de disfrutar de las amables temperaturas que ofrece Sevilla en primavera, momento en el que se tiene pensado comenzar con las actividades.
En palabras de los propietarios de la embarcación, el proyecto se encuentra solo a falta de las ultimas licencias para comenzar su actividad, circunstancia que esperan se produzca en las próximas semanas. Todas las obras de adaptación del barco están ya concluidas.
El proyecto Wodnik’s Barco Pirata es una iniciativa totalmente privada, que no ha pedido ningún tipo de ayuda económica publica, y que tiene la intención de enriquecer la oferta del río Guadalquivir, para los sevillanos y los miles de visitantes que la ciudad alberga durante todo el año, especialmente en las estaciones primaveral y veraniega.
Convertirse en un referente cultural de la ciudad, desde el río, es la intención de este nuevo espacio, que además creará numerosos puestos de trabajo, tanto directa como indirectamente.
Los sevillanos, por tanto, permaneceremos atentos a la resolución de las negociaciones por las licencias, que se alargan en el tiempo desde hace casi dos años, y que han de llevar a buen puerto a este original, interesante y novedoso proyecto que promete enriquecer el panorama cultural sevillano y darle algo más de vida a un río que está necesitado de actividades para ser, como siempre debió ser, protagonista en la vida diaria sevillana.
