La Cañada de Los Pájaros, ese enclave singular ubicado en La Puebla del Río, celebra, un año más, el Día de Los Humedales. Aunque es el 2 de febrero la fecha oficial, será el día antes, sábado 1, cuando se proceda a la ya tradicional suelta de aves, de especies en peligro de extinción, que los responsables de La Cañada han estado criando durante largos meses para, así, repoblar los humedales de las marismas de Doñana y otros por toda Andalucía y España. La lectura del manifiesto tendrá lugar a las 12 del mediodía y posteriormente se procederá a la apertura de las jaulas. Antes varias actividades han sido programadas, desde las diez y media de la mañana.
En esta ocasión serán 80 ejemplares de focha cornuda y otros tantos de cerceta pardilla los que se sumarán a la población ya existente en libertad en España. Los padrinos de la ceremonia y encargados de abrir las jaulas serán en esta ocasión José María Blanc, abogado y presidente de la Fundación que lleva su nombre y que se dedica a labores conservacionistas, y Álvaro Pallarés, que lo hace en representación de los arroceros de la zona a los que los responsables del humedal sevillano quien agradecer la inestimable ayuda que reciben de ellos a nivel de agua para sus lagunas y alimentos para sus habitantes.
Plácido y Maribel, biólogos y propietarios de La Cañada de los Pájaros, consideran que éste es el evento más importante del año en sus instalaciones, por varios motivos, entre ellos el que la Cañada nace con el objetivo prioritario de destinar este espacio a Conservación, en mayúsculas. Y la conservación se puede hacer de muchas maneras, desde la educación, la divulgación, la formación, la puesta en marcha de proyectos de reproducción de especies amenazadas, hasta la propia conservación y mejora de un espacio aumentando la biodiversidad o colaborando con entidades científicas en proyectos de investigación.
Los humedales son una infraestructura natural valiosa para la agricultura, porque proporcionan agua fiable y suelos fértiles, pero están en peligro por la creciente demanda de tierra y agua por la agricultura, por el crecimiento demográfico, las iniciativas de desarrollo a gran escala y por los posibles impactos del cambio climático, pero también por su conversión para el cultivo de biocombustibles.
La situación actual de La Cañada sigue siendo, cuando menos, complicada. Las gestiones que desde la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz se iniciaron no han llegado, desgraciadamente, a buen puerto. A pesar de los esfuerzos de sus responsables en Medio Ambiente, las administraciones, incluida la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, no han tenido en cuenta las necesidades del humedal y sus actuaciones brillan por su ausencia. Así, la situación continua siendo de grave riesgo de desaparición por la masiva colmatación de sus lagunas, lo que se se produce, fundamentalmente, por la desforestación ilegal e incontrolada en las fincas colindantes.
A pesar de todos estos problemas, el equipo de trabajo, los voluntarios, amigos y colaboradores de La Cañada de Los Pájaros, con sus propietarios al frente, continúan con su incansable e impagable labor conservacionista y un año más pueden estar orgullosos de regalar a Andalucía un buen numero de aves, de unas especies que si no fuera por su trabajo ya habrían desaparecido de nuestro país.
