La producción del A400M continúa en la planta de ensamblaje de Sevilla (sur de España) y prosigue la campaña de vuelos de prueba tras el siniestro el sábado pasado de uno de estos aviones de transporte militar "mientras no haya elementos contrarios", informó hoy el grupo europeo Airbus.
"La producción continúa en Sevilla", dijo a Efe una portavoz de Airbus, quien puntualizó que las cosas podrían cambiar dependiendo de las conclusiones de la investigación sobre el accidente mortal ocurrido en esa ciudad que está en manos de las autoridades españolas.
El fabricante aeronáutico está "dando todo (su) apoyo" a esta investigación, declaró la portavoz, que dio detalles sobre el mantenimiento de los ejercicios de prueba en vuelo.
Hoy despegó a las 14.45 hora local (12.45 GMT) de Toulouse (sur de Francia), donde Airbus tiene su sede central, un A400M para realizar el primer vuelo de pruebas hasta Sevilla desde que el que se estrelló el pasado sábado.
Se trata del MSN-4, es decir el cuarto de los cinco de estos aparatos que va a utilizar la compañía para realizar pruebas, y entre su tripulación estaba el máximo responsable de la sección de aviones militares de Airbus, Fernando Alonso, que a continuación participará en la catedral de Sevilla en un acto de homenaje a los cuatro empleados muertos en el siniestro.
De esos cinco A400M de pruebas de Airbus (no destinados a los países clientes) se han retirado dos, de modo que tres siguen con su actividad, aunque la portavoz señaló que no podía dar detalles sobre el calendario preciso.
El ministro español de Defensa, Pedro Morenés, indicó hoy que se ha retirado provisionalmente -en espera de los resultados de la investigación- el permiso de vuelo para las aeronaves que se encuentran ahora en fase de producción en la factoría de Sevilla, que son una veintena, lo que no afecta a las tres de pruebas de Airbus.
El grupo europeo tiene previsto entregar durante este año en total 14 unidades del A400M, incluyendo las dos que desde comienzos de enero ya se han integrado en las flotas militares del Reino Unido y Malasia.
No obstante, ello podría también tener que ser modificado en función de las conclusiones de las pesquisas sobre lo ocurrido el sábado.
El avión siniestrado estaba destinado a Turquía, que había recibido anteriormente otros dos.
Airbus ha entregado hasta ahora una docena de unidades: seis a Francia, dos al Reino Unido, dos a Turquía, uno a Alemania y otro a Malasia.
El fabricante ha recibido en total pedidos para 174 A400M, de ellos 170 para los siete países que lanzaron el programa (Alemania 53, Francia 50, España 27, Reino Unido 22, Turquía 10, Bélgica 7 y Luxemburgo 1) y los otros cuatro para el primer mercado de exportación, Malasia.
A finales de febrero, Airbus tuvo que anunciar una nueva provisión de 551 millones de euros a cuenta de las dificultades de industrialización del A400M, lo que se venía a acumular al problema financiero que habían representado hasta entonces los sucesivos retrasos y ajustes del programa de un aparato complejo que pretende sustituir los Hércules C130 estadounidenses.
En ese momento y con un nuevo equipo ejecutivo para la sección de aviones militares encabezada por Fernando Alonso, la compañía se marcó el objetivo de duplicar en 2015 las entregas respecto a las ocho realizadas en 2014.
