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Sevilla

“El castigo penal debe reflejar la gravedad del acto criminal”

Los padres de Laura Cerna, Sandra y Thomas, siguen desde Estados Unidos el desarrollo de la reforma del Código Penal en España. Están convencidos de que en nuestro país los delincuentes tienen más derechos que las víctimas y creen que el pueblo español está harto de tanta desproporcionalidad

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  • Thomas y Sandra Cerna -

Los padres de Laura Cerna, Sandra y Thomas, siguen desde Estados Unidos el desarrollo de la reforma del Código Penal en España. Están convencidos de que en nuestro país los delincuentes tienen más derechos que las víctimas y creen que el pueblo español están harto de tanta desproporcionalidad. Como penalistas que son, creen que la pena debe ser acorde con el delito cometido, con independencia de quien lo realice. Y a pesar de que fue en Sevilla donde un asesino les arrebató a su hija, siguen amando a esta ciudad.

El próximo 30 de agosto se cumplen cinco años del brutal asesinato de Laura Cerna. En estos momentos la reforma del Código Penal espera su suerte en el Senado con la enmienda a la totalidad de todos los partidos, excluyendo al PP. Sandra y Thomas Cerna, abogados penalistas en Nueva York hasta su jubilación, y padres de Laura, nos dan su visión.

Ustedes viven en EEUU y esta reforma no afectaría al caso de su hija, ¿por qué les preocupa tanto?
–Sandra: Laura fue asesinada en España, vivía allí, era medio española y esto se refleja en nuestros sentimientos. Tuvimos que aprender con su muerte que las víctimas ya no tienen voz. Y alguien tiene que ser esa voz para el futuro. Si nuestras obligaciones no son cumplidas hay que pagar las consecuencias con castigos que reflejen el nivel de gravedad. Ese equilibrio es necesario para la estabilidad de los ciudadanos. Tienen que sentirse protegidos. Y si sienten que los delincuentes tienen más derechos que las víctimas, ese equilibrio está destruido. Si las víctimas pudieran ser oídas en el Senado, estoy segura de que demandarían una justicia equilibrada aunque no les afectara a ellos directamente. Laura era una mujer luchadora. Y nosotros debemos ser ahora su voz.

Están en contacto con otras familias afectadas, ¿hay diferencia de opinión?
–Sandra: Te puedo asegurar que el pueblo español que hemos conocido en estos cinco años, está harto de tanta desproporcionalidad entre los derechos de los presos y los de las víctimas. Hay un clamor inmenso a favor de esta revisión, porque piensan que es algo que se les prometió. Gallardón lo dijo antes de la elecciones. Por eso el pueblo está descorazonado, no sólo con el sistema político, sino también con el sistema judicial.

El Código Penal habla de prisión permanente revisable en una lista cerrada. ¿Creen que esto traería al sistema judicial víctimas de primera y de segunda?
–Thomas: No es correcto hacer una diferencia entre las distintas clases de personas. Un asesinato es un asesinato, sea rey o pobre. La ley debe basarse, no en el título de la persona, sino en el acto en sí. El castigo penal debe reflejar la gravedad del acto criminal. Obviamente tiene que haber distintos grados de homicidio según la naturaleza de los hechos, pero no según la naturaleza de la persona que ha sido asesinada. Si alguien mata el rey y le caen cincuenta años de cárcel, quiero, si me matan a mí, los mismos cincuenta años para mi asesino.

El próximo 30 de agosto se cumplirán cinco años del asesinato de su hija. ¿En qué situación se encuentra el cumplimiento de la pena que impuso el juez al asesino?
–Sandra: El asesino de Laura ya tenía un pasado violento. De hecho tenía una orden de arresto cuatro meses antes del asesinato de mi hija que no se había llevado a cabo. Si lo hubieran arrestado puede que Laura siguiera con nosotros. La condena que le impusieron fue de veinte años. Pero el juez decidió rebajarle un año porque el asesino había tenido un “gesto humanitario” al decir dónde arrojó el cuerpo. Pero, ¿el que arroja un cuerpo descuartizado al río puede tener un gesto de humanidad? Pensamos que el juez quiso enviar un mensaje a los asesinos de Marta del Castillo para disuadirles con esta sentencia y que confesaran dónde estaba el cuerpo de esa pobre niña. Lleva casi cinco años en la cárcel, pero sabemos que con el código actual podría recibir permisos penitenciarios muy pronto. Imagínate cómo nos hace sentir eso. Nuestra hija, recibió de las manos de este malvado la pena de muerte, y él podría estar de fiesta los fines de semana muy pronto.

El juez le impuso 19 años de cárcel. ¿Es más barato matar en España que en EEUU?
–Sandra: En EEUU hubiera recibido cadena perpetua por todo el ensañamiento con el que se produjo. Quiso meter el cuerpo en una maleta y como no cupo, la descuartizó y la puso en bolsas para tirarla al río. Al asesino no se le impuso ni siquiera un día adicional por lo que le hizo al cuerpo de Laura. Bajo los términos del Código Penal de España, lo que él hizo “no fue para humillar” fue sólo para esconder el crimen. Además, esa pena en España sería de seis meses comparado con los 15 años que hubiera recibido en EEUU por esos mismos hechos físicos sin tomar en cuenta las razones. Obviamente es más barato matar aquí.
Thomas: La condena para homicidio en España en muchas jurisdicciones de EEUU sería la que recibiría por robar.

Lejos de lo que se pueda pensar, ustedes aman profundamente a Sevilla. ¿Qué le dirían a los sevillanos?
–Sandra: Les mandaría mucho cariño y agradecimiento, porque siempre trataron a Laura y después a nosotros, con mucho amor. Por eso Laura era tan feliz ahí. Me entristecía que los periódicos al principio, describían al asesino de mi hija como un “joven sevillano”, para mí eso es un insulto a Sevilla. También les diría que tienen que levantar sus voces para mantener una justicia equilibrada.
Thomas: Le pediría al pueblo de Sevilla que valoraran los códigos penales de otros países, porque ahora mismo la víctima está maltratada. Y los familiares no encuentran justicia para ellos. Es una frustración enorme que debe resolver el gobierno de España. Sevilla es una ciudad maravillosa, maravillosa su gente, yo estaba encantado de estar allí. Una de las mejores ciudades del mundo. Y quisiera estar ahí…
Sandra: Y yo también…

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