El plan de viabilidad que Abengoa prevé presentar el próximo lunes 25 de enero a la aprobación de su consejo de administración incluirá, como la propia empresa ya ha avanzado a sindicatos y distintos agentes sociales, una apuesta por el mantenimiento del empleo fijo. Esto significa, a tenor de los datos recabados en fuentes internas de la empresa, que el 80% de sus trabajadores -que actualmente tienen contrato por obra y servicio ligados a proyectos- quedarán en el aire. La preocupación entre los ya algo más de 3.000 empleados de la empresa en Sevilla y provincia (casi mil menos que al inicio de la crisis iniciada en agosto) sigue así siendo máxima acerca de su continuidad.
En Abeinsa, la cabecera de sus negocios y filiales de ingeniería y construcción industrial que aglutina a la mayoría de sus empleados (17.000 sobre los 28.000 en total en todo el mundo), ocho de cada diez trabajadores tienen contratos por obra y servicio. Decenas de ellos han sido despedidos, en una nueva oleada de reducción de plantilla, en los últimos días en Sevilla. La información facilitada por los mandos y directivos es que la directriz es desprenderse de este personal antes de que se presente el plan de viabilidad.
Además del efecto en la plantilla en Sevilla, el temor cunde entre los trabajadores que están regresando a Sevilla desde las decenas de proyectos de ingeniería que se están deteniendo por todo el mundo. Y que también tenían contrato por obra y servicio.
Al mismo tiempo, los despedidos que tenían ese tipo de relación laboral desde hace más de cuatro años en la empresa -y que por tanto deberían haber sido convertidos en empleados fijos según la ley, pero no lo han sido- han sido despedidos con indemnización como contratados temporales. Todos, decenas, están recurriendo sistemáticamente sus despidos. Antes de llegar a juicio, Abengoa les reconoce los derechos y antigüedad de un empleado indefinido, llega a un acuerdo extrajudicial con ellos y les abona lo que les debería haber abonado inicialmente.
Es decir, la empresa trata de ahorrar a corto plazo en costes de despido y obliga a la mayoría de las personas a las que echa a ponerse en manos de abogados, lo que supone más costes para ellas. Con ello retrasa el gasto real en indemnizaciones que tendría que abonar.
Impacto local
En paralelo, también ayer se pronunció con una inusitada claridad y concreción sobre los efectos de la crisis de la empresa el presidente de la patronal sevillana CES, Miguel Rus. Cifró en 1.200 las empresas andaluzas proveedoras de Abengoa afectadas por los problemas de pago de la empresa. Problemas que se vienen produciendo al menos desde octubre.
Rus señaló que la horquilla de deudas de Abengoa con estos proveedores oscila entre los 30.000 euros hasta más de tres millones. El impacto de Abengoa en la economía de Sevilla en caso de que no se solucionaran los problemas de la multinacional equivaldría a entre el 3% y el 6% del PIB provincial.
Hoy se producirá una nueva reunión, la segunda, entre la empresa y sindicatos para analizar su futuro. Los sindicatos están pidiendo garantías de mantenimiento del empleo, pero la empresa sólo las da para el indefinido.