A unos 80 kilómetros de Sevilla tuvo lugar un episodio histórico que ha pasado inadvertido por un “ejercicio deliberado de ocultación a través del control por el miedo”. Así lo describió ayer el autor del libro ‘God Save the Company’, el periodista José Manuel Torres Ayala (Nerva, 1988), que fue presentado en el Teatro Duque CCOO, de la mano del secretario general de CCOO Andalucía, Francisco Carbonero, el secretario general de CCOO Sevilla, Alfonso Vidán, y el profesor de Historia del Periodismo de la Hispalense, Francisco Baena.
El día elegido para la presentación de este libro, el primero del joven periodista, no ha sido casual: ayer se cumplieron 128 años desde que 300 mineros fueron asesinados a manos del regimiento del General Pavía en la Cuenca Minera de Río Tinto.
El fatídico suceso se dio en conocer como el ‘Año de los Tiros', pero “ni fue un año ni fueron sólo tiros. Y además fue un nombre que vino ppuesto desde arriba”, especificó el profesor de la Universidad de Sevilla, Francisco Baena, encargado de presentar a Torres Ayala en el teatro de CCOO y de prologar ‘God Save the Company'. No fue un año porque el asesinato de los mineros se produjo en un solo día, el 4 de febrero de 1888, lo que no fue óbice de “la gravedad de lo que allí ocurrió: una auténtica masacre”, ha criticado Baena.
El desencadenante fue, según ha explicado Torres Ayala, fueron las propuestas de los mineros de la comarca: reclamaban una mayor retribución por su trabajo, que había menguado tras un cambio en la dirección de la empresa, el cobro de las jornadas de manta (días en los que los trabajadores de la mina no podían trabajar por la quema de los residuos del mineral), y la presencia, por entonces, en la zona del histórico revolucionario, Maximiliano Tornet.
‘God Save the Company’ es el producto de una “profunda y sistemática investigación” en aquel episodio de la historia andaluza y obrera. Pero una investigación “transgresora y oportuna”, como la ha definido el secretario general de CCOO Andalucía, Francisco Carbonero, porque analiza los mecanismos de control por medio de la propaganda y la prensa para legitimar la presencia británica en la Cuenca Minera, que era la que explotaba la minas en la zona. En las investigaciones precedentes a la de Torres Ayala se atribuía como origen de las protestas problemas medioambientales derivados de la explotación minera. Pero la obra que ayer se presentó en el Teatro Duque-CCOO centra la atención en el control a través del miedo y de una actitud paternalista, que fue “inventada” por esta compañía minera, según ha definido Carbonero.
El día del trabajo se celebra el 1 de mayo, en conmemoración de los treinta y ocho obreros que murieron en Chicago en 1886, por reivindicar la reducción de la jornada laboral a 8 horas y la supresión del trabajo infantil. Pero a este lado del charco, a escasos kilómetros de nosotros, hubo un acontecimiento mucho más sangriento que el de los Mártires de Chicago, que fue como se llamó desde entonces a los treinta y ocho obreros que murieron en las protestas de Haymarket: ‘El Año de los tiros’. “No es exagerado reivindicar que en España, la festividad del primero de mayo , bien podría celebrarse el 4 de febrero”, ha querido puntualizar Francisco Baena.